Me desperté con el sabor de tu nombre,
lo saboree hasta la ultima gota,
lo mezclé con el azúcar del café
y se fue diluyendo en mi boca.
Su sabor impregno mi saliva,
se quedo habitando en mi paladar,
esta noche, me voy a dormir,
con el gusto de tu nombre
que relamo aún, insaciablemente
en mis labios como si fuera,
una dulce gota de vino.
Sencillamente...¡¡Maravilloso!! :)
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