lunes, 4 de abril de 2011

una mañana







Una mañana, mi mente,
decidió no escribir más,
las palabras salieron,
mirándome a los ojos
y mostraron sus alas para volar.
Eres como un niño, me dijeron,
que juega con la pluma
en mares embravecidos;
venimos descalzas a bailar
en tus páginas blancas
para seguir tú relato,
un cuento hermoso
de amor y arrebato.
No hay suficiente razón
para dejarlas de lado,
si lo que quiere mi corazón
 en mis páginas tenerte
y seguir soñando




1 comentario:

  1. Nunca dejes de escribir, nuncaaaaaa...
    Nada merece en esta vida que se apague la voz de tu alma, como bien dices siempre será niña y seguirá ilusionándose y soñando.
    ¿Hay algo más hermoso que soñar?
    Un abrazo poeta.

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