Las nubes se pintan de rosa,
para estallar en vivo rojo
en el atardecer del sueño
que por el horizonte se muestra;
una playa dorada,
donde se enredan nuestras almas.
Y yo me escondo tras un muro de palabras
que por ti escribo.
Sin tu saberlo, te las envío,
al viento, en una botella, al mar,
a tu corazón, a tu alma inmortal,
y el silencio se vuelve calma
donde se muestra mi soledad.
Me escudo tras mis versos
ese es mi sueño, mi secreto,
eterno, puro y callado,
un suave suspiro me detiene,
a confesarlo, no me atrevo.
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