Llegaste

Llegaste como un ángel
En la noche, con el ímpetu
De llevarte lejos la niebla de mis ojos,
Tú esencia inundó las brillantes
Estrellas allá en el firmamento
Y cuando el mar miras
Al estirar el tiempo me di cuenta
Que se hizo realidad mi sueño.
Al mirar al cielo, en ese límite
De las más pura conciencia,
La aurora boreal es tu pelo.
Te imagino en la lejanía
Oliendo el perfume que dejaste
Cuando cojiste mi mano,
Trato de disfrazar una lágrima
Cómo gota de rocío en mi cara.
Perdí la noción de las horas,
Se paró el reloj del campanario
En lo alto de la iglesia,
La húmedad corre por mi mejilla
Consecuencia de la emoción de ese día,
Mientras a tu espalda
Se hizo eterna mi mirada.
El azul oscuro del cielo
Que al recordarte triste se queda,
Y yo te sigo esperando
En el umbral de mi puerta.
Aunque lejos te siento dentro,
De lo cual soy culpable,
En esta tarde que se escapa
Sigo esperando tu beso
Cómo maná en el desierto.
No miraste atrás, quieto me quedé,
En espera a que te volvieras,
Esperando que el brillo de tus ojos,
Se reflejará y me diera,
A mis preguntas, todas las respuestas.

SILVER

Un banco vacío

Un banco vacío espera tu música
Cómo violín sin músico
Esperando afinarse
Tan solo con tu presencia,
Una melodía inacabada
Cómo plegaria sin respuesta.
Banco vacío, inerte
Cubierto de hojas caídas
Cómo lágrimas de árbol
En su triste soledad,
Cuerdas de ese violín
Desde donde suena
Esa intensa y dulce nota
Que hasta el corazón llega.
En ese éxtasis miro al cielo
Sentando en el suelo
Contemplando ese vacío banco
Ese que nunca compartimos,
Banda sonora de la vida
Que nos acompaña mientras suena,
La melodía de los recuerdos
Se adueña del momento.
Banco vacío en el cual
Nunca nos sentamos,
Vacío, frío y mojado
Por el intermitente rocío.
Solo el canto de un mirlo
Solitario entre las ramas
Me trae el recuerdo
De las palabras que de ti
Nunca he oído,
El crujir de unos pasos
Entre las hojas caídas
Y su sutil olor a mojado
Cómo besos de unos amantes
En su triste despedida
Me despiertan de mi letargo.
Ese banco vacío de ti
Cómo el viento se viste
De soledades hambrientas
Y susurra entre las hojas
Con la fragancia del musgo
Apartando los sueños
Que en mi viven
A pesar de todos los miedos
Haciéndome temblar
Viendo ese banco vacío de ti.

SILVER

Tú mirada

Te veo desnuda

En tu diáfano cuerpo

Moreno entre mis sabanas,

Contando voy

Los lunares de tus pechos.

Miedo a que desaparezcas

Y contigo mis ganas se vayan.

Esa ternura cuando me miras

Tus manos acaricia mi cara,

Quiéreme sabiamente

Ayer, hoy, y mañana.

Me deslizo por tus avenidas,

En cada recodo tus montes

Tus escondidas grutas.

Ese rincón que desordena

Todas las estrellas,

Y Selene en ti

Se sentencia tiernamente.

Creaste un nuevo mundo

En cada pliegue de tu piel,

Morena mía

Me reconcilias con la vida.

Eres mujer, que con tu mirada,

Un simple beso, enciendes la noche.

Pidiendo a gritos

El olor de tu ser

Frena el mundo,

Quedado estática

La lluvia en el cielo.

Mi mente se nubla

Ante tal aparición.

Ansiedad ávida

En mi mirada, en la punta

De mi tímidos dedos

Acariciar tú piel de seda,

Besar tus labios.

SILVER

Aquí seguiré

Aquí estaré,
Aportando un poco de luz,
Donde la oscuridad
Saturada de lloros
Te inunde sin piedad,
Aquí seguiré,
No lo dudes,
Aunque el viento
Quieto se quede
El frio queme,
Que se quede vacío
Eternamente el tiempo,
Y el sueño se ausente.
Aquí seguiré estando,
Aunque para ti sea olvido,
Que el miedo nuble
 Tu sentido,
Aunque no me conozcas
Y el agua inunde el campo
Sentencie mi alma
Al más triste infierno,
Aunque no sea tu sol
Ni tu mi luna,
Aquí seguiré,
No te quepa duda.
Aunque se callen los pájaros,
Y inmóviles se queden
Mis dos manos,
Mi corazón siempre
Estará a tu lado,
Y aquí seguiré,
Aúnque el tiempo
Se quede corto,
Y mis pisadas
Se pierdan en el ocaso,
O mis versos junto a mis besos
Se queden enterrados,
Mi taza vacía quede,
Y mis ojos cerrados
No puedan ver el día,
Aunque el dolor de tu ausencia,
Y esta vida dura
Me arrebate tu presencia,
Aquí seguiré.
Aunque la noche
Se haga eterna
Y el sol no caliente,
Aquí seguiré
No lo dudes,
Quiera o no el mundo,
Y tú alrededor se desmorone
Ten por seguro,
Que aquí seguiré.

SILVER

La reina del cielo

De todas esas cosas
Que mis ojos han contemplado
A través de los años,
De todas esas palabras
Que mi boca han expresados,
Por todos esos senderos
Que mis pies han caminado,
Todas esas flores que he admirado,
Flor única que luces colores
Que esparce su perfume
Que a pesar del viento
Luces única enmedio
Del prado seco,
Luna, siempre serás
La única reina del cielo.
A pesar de esos mares bravos,
De esas altas olas
Que rompen en los acantilados,
Aunque guardes silencio
Y tus palabras brillen por su ausencia,
Aquí estaré escondido
Tras tus callados pensamientos,
Luna, siempre serás
La única reina del cielo.
A la espera sin preguntas,
Sin pedir respuestas,
Aún quedan infinitos caminos,
Muchas palabras por escribir
Y expresarlas en mi cuaderno,
Tantas cosas por admirar,
Senderos por recorrer
A través de los bosques en primavera,
Luna, siempre serás
La única reina del cielo
Y yo estaré hasta que tú quieras.
Aún quedan gestos por descubrir,
Pequeños que nadie ve
Y que la visión me concede
En esos minutos que te miro,
Me postraré ante tus ojos
Cómo en un abismo
Al borde de ese bravío mar,
Me seduce la marina brisa
Mientras el alba asoma
Para que te acompañe en tu travesía
Cuando en el horizonte te escondas,
Luna, siempre serás
La única reina del cielo,
Y yo seguiré aquí escondido
Hasta que tú quieras.

SILVER

Lágrimas de rocío

Gota de agua
Esfera, suspiro
De rocío en la mañana
Cayendo sobre las hojas,
Reflejo donde me miro
Guardiana de tu mirada
Profunda como un abismo.
Gotas de rocío
Que colma mi memoria,
Me arrebata el silencio
En cada sonido,
Como la tierra ávida
De tu néctar
A pesar del frío.
Gotas de lágrimas,
Postergadas y estéril
Se resbalan por tus pupilas
Transparentes y puras,
Desprendiéndose de tus ojos
Y aunque lo exprese
En mil cien vidas,
No habrá más sentido
Que secar tus mejillas
En el recorrido
De tus pestañas a tu boca.
Sentimiento que se desprende
En cada gota
De tus lágrimas,
Esfera perfecta
Que anula mi calma.
No llores niña,
Que el mar se desborda,
Y en cada gota,
Se lleva mi alma.
Te susurro al oído,
Quizás sean palabras vanas,
No llores más
Que mis letras
Se quedan huérfanas.
Tus lágrimas,
Rocío en la madrugada,
Gota a gota
Mi corazón desangra,
No llores niña,
Que mi voz enmudece
En la alborada.

SILVER

Amar sin amarte

Se cayó un trozo de cielo
En una fresca tarde de noviembre,
Entre nubes y fiebre,
Cuando creí
Que no me levantaría del suelo.
Impávido en el sentimiento,
Sabor amargo
Anidaba en mi boca,
Soliloquio en mi cerebro,
Incapaz de permanecer quieto,
Se cayó un trozo de cielo
Y de las mismas garras
De la muerte me arrebató;
Sin permiso, en una tarde,
En el camino insomne
De mi propia soledades,
De tu interior me turbo la belleza,
Más que la luna llena,
Y mi alma, hacia ti escapó.
Cómo no amarte,
A pesar de mi mundo,
A pesar de ser bohemio,
Cómo no amarte
Si es lo que llevo dentro,
Si te olvido sin olvidarte,
No te amo aún amándote,
Sin quererte te quiero,
Y queriéndote te olvido.
Tuya es la palabra,
Te has vestído de mi dama,
De mi luz, de mi desidia
De mi todo, de mi nada,
De mi sentir, de tu ausencia,
De un renacer hermoso,
En unos días,
En toda una vida.
Quise ser timón,
Gobernalle de tu barca,
Instantes para tus sonrisas
Sin palabras vanas,
Quise ser viento
Para elevar tu alma,
Solo me quedé en un poema,
En toda una eternidad
En un instante plasmada.

SILVER

Mi locura

En ese espacio infinito
Dónde se mecen los sueños,
Ahí escribo cada atardecer
Poniendo mi corazón
En cada verso,
Describiendo tu alma
Tocando el mar inmenso
De tus ojos negros.
Apostando a la vida
Cómo espiga que esparce su grano,
Destaca tu estrella
Entre las tinieblas que hechizas
Mi eterna locura,
Sudario que ciñe mi cuerpo
Sin más cordura,
Buscando la razón
De este desordenado tiempo.
Observó el azul del cielo
Ya oscuro en el atardecer que cae
Anunciando la noche
Que transcurre lentamente,
Integrándose el cosmos
En el baile de la eternidad
De cada uno de mis te quieros.
De sus pétalos las flores se desnudan
En la beldad de la luna
Y como tesoro le ofrecen
Un inmenso arcoiris de colores,
El aire cuajado de ternura
En esta noche blanca
Que aún menguante
Luce bella y seductora
Presintiendo la primavera,
Los días se alargan
Entre la madrugada y la aurora.
Me abriste el camino
A los sueños que esconde la noche,
Los Ángeles lloran
Gotas de rocío
Cuando cierro los ojos
En el silencio de los gemidos
Cuando escribo,
En la oscuridad la conciencia
Se agita en cada palabra
Que por ti luna
Cada noche plasmo
Entre susurros, suspiros y lágrimas.

SILVER

Mi pueblo

El sonido de mis pasos
Entre las callejuelas
De mi viejo pueblo,
Encogido en el trayecto
Crispado en el tiempo,
Retorcido por el frio
Por este interminable invierno.
Tarde turbia,
Seres de caras lánguidas,
Tristes en este atardecer,
Fugaz felicidad
De un sol tardío,
Aves en sus árboles
Que no dicen ni pio,
Ese trinar mudo,
Esperando a la primavera.
De los pájaros es la inspiración
Deseosos de hacer sus nidos,
Aún tiempo queda
Para el cambio de estación,
Incorporales seres,
Cómo eremitas en sus cavernas,
Sin más opción
Que sentir el invernal frío
En lo más hondo de su corazón.
Calles de mi infancia,
Áridas de mis recuerdos,
Recónditas, vacías
Míticas en mi intolerancia,
Qué al rescatarlas,
Se vuelven más esquivas.
Aún recuerdo sus plazoletas
Donde de pequeño
Yo jugaba,
Regresé después de mi ausencia,
Recorrí muchos caminos,
En mi alma grabado
Tu olor a azahar y vino,
Huérfanas de mí presencia,
A la cercanía del mar.
Cuando ya mi frente
Por los años apergaminada,
Regreso anhelado
Refugio que busqué
Cómo un indefenso renacido,
Al resguardo de su madre,
Entre tus brazos.

SILVER

Blanco vagel

Viendo pasar
Creciendo en la lejanía
La blanca luna
Que plateada resplandecía,
Entre el nácar de las olas
Coloreando de plata
El inmenso horizonte
Y la quilla de mi barco
Las aparta indolente.
Blanco vagel
Que libre navega,
Brisa que hincha las velas
Fugitivo entre las mareas,
Liberando sus pensamientos
Enfrentado a su destino
A merced de los vientos.
Cruje la madera
Cómo protesta
A tan dura travesía,
Quejido en sus entrañas,
En el mismo centro,
En su crujía.
Enmedio de la noche
Faro enloquecido en el horizonte,
En el timón mi mano
La voz melodiosa de las sirenas
En mis oídos llegan,
Canto maléfico
Que me atrae a su manto,
Y devorar mi nave,
Mi vagel blanco.
Luz en la lejanía
Rompiendo las nubes,
Bella fotografía,
Rayo de esperanza
Donde la brújula
Quedó muda
En tu puerto fija.
El cuaderno de Pitágoras
Escrito queda,
Esperando las últimas letras,
El último soplo de brisa
Que me lleve a tu vera.

SILVER

Cuando miras.

¿Que miran tus ojos
Cuando tú mirada
Fijas en la lejanía?
Se queda quieta
Mirando al horizonte,
Hurgando la grandeza
De un cielo abrasado
Ardiendo por un sol
Que cae hacia su ocaso
Removiendo colores,
Exhalando las gaseosas nubes
En un eterno suspiro.
Locura, crimen no mirarte
Tú serena faz
En tu calma etérea,
Y como no mirar,
Si transmites paz,
Y aunque me tachen
De pura locura
Si lo que busco
Es la imagen más pura
De cuando nuestro astro
En su camino
Dora tu moreno rostro,
Imagen celestial,
Inmacula fotografía
Que con solo mirarte
Alegras el día
Por muy gris fuese,
Pese al frío, es mi fantasía.
Remueve el brasero,
Brasas que arden
En un corazón latente,
Es tu mirada,
Dulzura en lo eterno,
Ovalo de tu cara
Que guarda dos piedras negras,
Reflejando la noche,
Y asoman lágrimas
Sobre tu piel suave
Proveedoras de risas
Impulsora de una nave
Que, en forma de pluma
Autora de mil rimas
Se escriben y exaltan
Cada vez que me miras.

SILVER

Huida

Deteniendo el tiempo
En el momento de la inspiración,
Se pierden en los silencios,
Guardando su Soledad dentro,
Aunque sin verla
Sea un sin vivir en su interior,
Silencio que brota
En el remanso de un caudaloso rio,
Claros después de la abundante lluvia,
Primavera después del invierno frío,
Esperando un nuevo encuentro
Cómo hojas esperando su rocío.
Breves encuentros, y sin ellos
Estéril tierra,
Astros moribundos,
Flores marchitas,
Que en la sombra se esconden
Hojas secas en la profunda noche,
Busco la insondable senda
En el interior de tu alma,
En una huida sin fin
Donde huyes disimulada,
En tu inmenso jardín.
Te buscare donde vayas,
Ante tu corazón escondido,
Entre tus muros, un poema
Sin palabras recitado,
¡Oh belleza de ojos como estrellas!
Iris que todo lo atrae,
El firmamento te rinde culto
Más allá del universo.
Margarita desohajada,
Luna insomne en las alturas,
¡Cuan sola te encuentras!
Noche clara,
Silencio misericorde
En clave de sol es tu música,
Partitura en el acorde
Asomando a tu nombre.
Tomando posesión de mi sueño,
Despiertas la madrugada,
Cómo reina conquistando su reino,
Quien te escribe te piensa,
Con mirarte surge el verso.

SILVER

Juglar o trovador

En el silencio
Las palabras mueren,
Y las miradas
Se esconden tras las paredes,
Besos en el aire
Que sutilmente se solapan
Entre las nubes,
Amores que de miedo callan.
Esperanza ausente
En rostros sin nombres,
Cielo, explosión de colores,
Por un sol muriente
Esparciendo la ceniza
De su fuego hiriente.
Quieta, la tarde plácida,
Nada se mueve,
El sonido de la brisa
Se confunde con el trino
De los pájaros, en la protesta,
Por la noche que se avecina.
La ciudad enciende sus luces,
Las ventanas se cierran,
Las casas se ciegan
A la intimidad de unos amantes,
Inventores del gozo
Y de un enigmático misterio,
Entre las sábanas
Cuerpos purificados,
En la entrega
De un amor desenfrenado
Sin renuncias
A los placeres mundanos,
Sorbos de vino
Copas en las manos
Entre beso y beso,
La luna alumbra sus figuras
Desnudos entre las sábanas,
Se filtran entre los visillos
Sus rayos plateados.
Cómo juglar
O simple narrador de hechos,
De amores inciertos,
De camas desordenadas,
De vidas en desconciertos,
Escribo historias
De amores escondidos
Detrás de unas miradas,
Soy juglar o trovador,
Solo narrador
Sin ser protagonista.

SILVER

La imposibilidad de soltar tu mano

Es imposible soltar esa mano
Cuando te abraza
En la conquista de un corazón
Que desvela la fragancia
Cómo la luz de un candil
Perfumado que llena
La habitación de los sueños,
En ese espacio entre el amor
Y el respirar profundo,
Extasiado que se cobija
En el despertar del alba.
Es el velo después de la noche
Que como suave tul
Cubre la tierra sin norte ni sur,
Gotas de rocío
Que como lágrimas del cielo
Fragiles y transparentes
Humedecen las hojas
Despertando a la mañana
Al nuevo fulgor que asoma
Tras las verdes montañas.
Es ese lugar en el cual un día,
En algún lugar del tiempo
Oculto tras el silencio,
Estaré esperando callado
Cuando de nuevo la luna luzca
Al deslumbrar de la oscuridad
Entre la lluvia de pétalos
De rosas rojas y amarillas,
Mis peregrinas páginas
Se tiñen de suspiros
Cuando se desliza mi pluma
Entre los blancos renglones.
Es imposible soltar esa mano
Cuando acarició mi alma
Desnudando al sol
Que llevo dentro
En ese laberinto de mi pecho,
Regreso a mi realidad
A esa distancia que me separa
Y me sumerjo en mis letras,
En esas páginas que he escrito
En la imposibilidad de soltar esa mano.

Silver

Así entiendo yo las relaciones.

Hay personas que llegan a tu vida para hacerte el bien, otras pasan sin más, algunas y por suerte son las menos para hacerte daño, pero todas te enseñan algo. Siempre hay una, esa personita, esa, se convierte en tu debilidad, va más allá, se convierte en tu todo, y no porque te hagas dependiente, no, ni por asomo, simple y llanamente da claridad a tus días, se convierte en alguien muy importante para ti, es un ángel que se corta las alas para no parecerlo, pero aún así irradia luz incluso a través de unas simples letras. La aceptamos con sus defectos que pueden ser muchos, y con sus virtudes, no cuestionamos ningunos de ellos, solo la queremos tal y como es, porque creo, que hay radica el acto de querer a alguien, sin condiciones previas y aceptando sus circunstancias y su forma de ser, eso amigos, es imprescindible que así sea. Es aceptable para cualquier clase de amor, no simplemente a enamorarse, aceptar al otro tal y como es, es un signo de madurez, y falta de egoísmos, y lo mejor de todo, hace que te sientas bien. Si queremos a alguien solo por sus virtudes, no es quererlo, o tratamos de cambiar sus defectos, tampoco, porque creo sinceramente que queremos entonces una proyección de nosotros, otro yo, mejor que sea diferente, nos aportará más, mucho más que si tenemos muchas cosas en común, así, se nos abren nuevos horizontes, descubriremos cosas nuevas, para alguien como yo, ya tengo bastante conmigo mismo. Yo he descubierto que me puede gustar algo que antes ni tan siquiera había pensado en ello, por el hecho de encontrar alguien diferente a mi, y aunque parezca mentira, a veces las diferencias unen más, porque terminamos descubriendo algo nuevo. Sintetizando, las diferencias nos aportan, nos enriquecen, nos enseñan, y es más divertido.

Y ahora mi momento café, que ya me toca, y aquí también se puede constatar todo lo escrito, porque algo amargo, te puede dar un momento de placer, de sensaciones, dulce con dulce es empalagoso, café, fuerte y amargo con un poco de azúcar, combinación perfecta a pesar de sus diferencias.

SILVER

Esencias

Quedó tu perfume en mi piel
Cómo tatuaje,
Impregnado en tu sutil aroma,
Mi cuerpo lo guarda
Como un relicario,
Perfume que invoca
Las flores del campo
Durmiendo frescas
Bajo el techo de las estrellas.
Fragancias del espliego
A madera de cedro,
A mil y una noches de besos.
Perfume que eriza
Cómo el pecado,
Vino dulce y suave
Qué se funde en tus labios,
A mar, a espumas
Coral de sus olas,
Perfume que es mi poesía,
A tierra mojada
Bajo la lluvia,
A quietud, a osadía,
A silencio y esperanza
De mis noches solitarias,
Refugio donde me escondo
A la luz azul del día.
Lenguaje de mi pluma,
A luna, a luciérnagas encendidas
Palabras peregrinas,
Una lágrima suspendida
En tu mirada
Que ayer veía
Derribando la pared
Que esconde tu alma.
Tú perfume, amanecer
De rosa pintado,
Acuarela de un pintor enamorado,
Matices que a mi alma llegan
Bajo el sol dorado
En forma de poema,
Siendo el perfume de tu piel
Mi eterna condena,
Huele a ti mi cama
Mi almohada,
Y cuando miro
Tus ojos, mi cadena.

SILVER

Volaré

Volaré cuando llegue la madrugada
En ese vasto cielo,
Que mi alma flote
En ese mar que se derrama
Hacía el eterno poniente,
En ese vacío espacio
Que en ofrenda de luz
Hago a la clara luna
Esa redonda simetría
Que se mantiene en equilibrio
En las alturas ascendiendo
Y enciende mi ventana
Con su claridad eterna,
Su imagen cautiva
Y como la brisa recorre
Mi corazón en cada latido.
Penetro en la magnitud
De ese universal cielo
Y trepando al infinito
Te acaricio cada noche,
Esclavo de tu dulzura
Mis dedos reclaman
Una vez más mi pluma.
Apagando las voces de la noche
Mis alas silenciosas
En su batir de mi vuelo,
Te envuelven mientras duermes
En lo eterno de la noche,
Apago las luces de las estrellas
Mientras descansas
Entre mis blancas plumas
Contemplandote mis ojos
Entre los suspiros de mi pecho.
Brillas luna en tu camino
Hacía los tinteantes luceros
Y el susurrante sonido del viento
Te acompañan con la complicidad
De las vaporosas nubes.
Volaré cuando llegue
La nueva alborada,
En esa calma radiante
Cuando el sol asoma
Trazando la claridad
En la línea del horizonte.

SILVER

Reflexión de hoy jueves

Pasa el tiempo y a veces nosotros nos quedamos estancados sin poder avanzar ni retroceder, estamos en un círculo vicioso que no nos lleva a ninguna parte, como un viaje sin destino y siempre volvemos al mismo punto. Esta evolución a veces parece imposible, como el pez que se muerde la cola y eso genera inquietud, incluso insomnio, y quizás deberíamos sentarnos y valorar lo que tenemos desechando lo que no nos hace ningún bien. Yo siempre he opinado que a la hora de tomar una decisión, hay que poner la balanza y así poner en cada platillo los pro y los contras, yo me quedo con lo que me aporte, con las personas que están a mi lado pase lo que pase sin poner condiciones, a esas les doy una oportunidad, a los demás carretera y manta. Las relaciones humanas son muy complejas, de que sirve apreciar o amar a alguien si nada te aporta, valora a quien tienes a tu lado, quizás algún día lo pierdas y te des cuenta que era más valioso de lo que pensabas, a veces se paga un precio muy alto por aferrarse en algo imposible. A veces se piensa mucho y se siente poco, y cuando la mente racional solapa al corazón, la lucha es constante, y esa batalla está perdida de antemano, porque no gana ninguno de los dos, y perdemos nosotros, otras veces es mejor dejar que el corazón hablé y dejarse llevar, porque la felicidad no es la meta, es el hoy, es el día día, de que nos sirve buscarla para mañana si la podemos tener ahora mismo, esos pequeños matices, esas pequeñas variables, son los que debemos valorar, la felicidad está a veces delante de nosotros, y la ceguera nos impide apreciarla. Hay que evolucionar, no involucionar, hay que avanzar, no retroceder.
Ahora es mi momento café, el hombre evoluciono cuando descubrió sus propiedades, y desde entonces, delante una taza de café, se han escrito muchas novelas, compañero es del insomnio de poetas. Este momento sublime, cómo ritual ofrenda a mí mismo, vapor que se eleva a los cielos, llevando una plegaria, un ruego, incluso una exigencia, mi altar, una vitrocerámica donde calienta el agua para infusionar a la temperatura adecuada mi café. Ojalá te llegue su aroma, porque en el voy yo.

SILVER

No soy

No soy piedra
Que baña el agua
Y permanece callada,
Ni rocío que acicala
La flor en la madrugada,
Soy pluma que traza
Los sueños en tu mirada.
No soy aire
Que con fuerza te abraza,
Ni ese licor
Que tu ser embriaga,
Soy quien se vuelve invisible
Cuando tú mirada me alcanza.
No soy estrella
Que brille en el cielo,
Ni luna que con sus reflejos
A media noche te baña,
Soy el silencio
Que libre te abraza,
Y se pierde
En el fondo de tu mirada.
No soy acero
Derretido por el fuego,
Ni témpano de hielo
Allá en la montaña,
Solo soy una quimera
Qué en la noche te abraza,
Y despierto
En tu mirada al alba.
No soy marinero
Con amor en cada puerto,
Ni vagel sin rumbo
A merced de las olas,
Solo soy jardinero
Que cultiva flores y viento
En cada mirada.
No soy testigo mudo
Del sol y de la rosa romancera,
Ni forjador de auroras,
En las horas tempranas,
Solo soy el que pinta
El sol en tu mirada,
Solo soy el que para ti
En la soledad escribe,
El que tú nombre deletrea
En cada trova,
Solo soy trovador
Que invoca tu mirada
En cada estrofa.

SILVER

En la oscura tarde

En esta tarde cubierta
De nubes negras
Que tapan el azul del cielo,
Amenazando lluvia
Nublando los recuerdos,
Y pese a la tormenta que se avecina
La luna escondida sigue brillando
A través de los nubarrones oscuros
Que se empecinan en cubrirla.
Se humedecerán los suelos
De esas calles solitarias
Que antaño anduvimos
Y los resbalosos adoquines
Absorben los pasos
En ese lento caminar
Bajo la lluvia.
Caminamos junto al tiempo
En la nostalgia del pasado,
Me aferro a ese paraguas
Que un día nos cobijó
De las frías gotas de agua
Y perdidos entre esas calles
Nos alejábamos del viento.
En esa melodía monótona
No me pienses como un problema
Que no se puede resolver,
Piénsame como ese duende
Que de frescura luminosa
Humilde y en silencio
Penetró en tu pecho.
Busco tras los cristales
De mi ventana cerrada
Empañados por la humedad
De esta tarde fría,
Diligente y tímido
Me escondo tras su opacidad,
Y mis ojos te sueñan
Perdidos en la lejanía,
Recordando tu intensa mirada
Que chispeante canta al sol
Y en un instante desnuda
Mi eterna timidez
Y tu rostro se esconde
Entre las nubes y las estrellas.

SILVER

Mi penitencia

Aún a pesar de todo,
Me yergo alto
Blandiendo la espada,
Exponiendo mi escudo,
Cubriendo tu pecho
Defendiendo tu frágil cuerpo
Como fiel caballero.
Ante tanto infortunio,
Aunque no sea figura
De tus desvelos,
Aunque los cuervos
Me saquen los ojos,
Ciego, yo seré
Tu más fiel caballero.
Y aunque las sombras
Se vayan cirniendo en tu mente,
Y tú sienta la agonía
De un amor en desidia,
Mi dama a fe mía
Guerrero de alma marchita,
Qué vislumbra pálido el horizonte,
El emblema que en mi pecho
Con orgullo luzco,
Es tu eterna sonrisa.
Aunque estés en la más alta torre,
Y el fulgor de la mañana
No dore el monte,
Este humilde caballero,
De rosas amarillas sembrará
La tierra que rodea
Las huellas de tus pies
Bajando la ladera
Lozana y bella.
Recompensa no busco,
Ni me importa el oro,
Ni estériles alabanzas;
Si mi castigo fuera
Qué mis manos quedarán quietas,
Que mis letras
Quedarán huérfanas,
Castigo que pagaría,
Subir con esa cruz al Calvario,
Sin sollozos o gemidos,
En silencio pagaría sin dudas
Aunque sea eterna mi penitencia.

SILVER

Cuando vuelan los pensamientos

¿Hacía dónde van los sueños
Cuando traspasan
Las puertas de mi mente?
Vuelan lejos a ese universo
Dónde se materializan
Mis escondidos anhelos,
Allí donde todo es fácil
Dónde está la alegría que me embarga
Cuando miro tu cara.
Dónde gano todas mis batallas
Y en la noche azul esquiva
La blanca y brillante luna
Se refleja en tus negros ojos,
Te pienso en la distancia,
Me imagino en la soledad
Que causa el silencio
Cuando dejó escapar
Mis besos de ti huérfanos.
Me despierto en la frialdad
De las noches oscuras,
En este invierno que crece
Y te busco desesperado
Entre la calidez de mis sábanas
Dónde antaño tu cuerpo
Dejó tu perfume impregnado
Para mis desvelos.
Crucé ese largo pasillo de la memoria
Persiguiendo las huellas
De tus pies descalzos,
Le hablaré de ti al viento
Cuando fugazmente
Pase por mi lado,
Para que reconozca
Tú larga y negra cabellera
Y la acaricie en mi nombre.
Amarillean las hojas
Y los árboles se desnudan
En esta invernal tarde
Y yo aquí pensándote
Sin complejos ni ataduras,
Ese grandioso y mágico cielo
Que anunciando el alba
Cubres de flores mi alma.

SILVER

Invierno

Enero frío
Vagando por el año que empieza,
Claustrado en la promesa
Del tenaz invierno;
El sol mortecino,
Deja atrás su carrera
Disolviéndose en el llano,
Por el espíritu estremecido
De un suspiro ausente
En el pecho de una adolescente.
Plácidas caen las hojas,
Cómo las canas
Que peinan mis sienes,
Qué esperan;
Cautivo de tus besos
Beses mi frente,
Con tus femeninas manos
Dando calor
A mi corazón aletargado.
La luna entre la niebla,
Tiende su aura
Hacia la hojarasca,
Alargando las sombras
De los árboles desnudos,
En la llanura desierta.
Silba el viento,
Aúlla entre el bosque dormido,
Cimbrea el junco,
Reseca la tierra,
Resopla entre las rocas,
Entra por las ventanas rotas
De una vieja escuela.
Hechizo de luna,
Te reflejas en la fuente,
Es tu gracia retraída,
Y yo, de mirada ausente.
Gorrión inocente y frágil,
Escondes tu cabeza
Bajo el ala,
Te duermes en este frío enero,
Te cantan las estrellas una nana,
Esperando a la primavera,
Esperando al mañana.

SILVER

Sin olvidos

Cuando algo te quema
En algún momento,
Cuando has visto
La muerte dentro,
Sabes que lo superfluo
Se lo lleva el viento.
Que no hay amores perdidos
Cuando se han vivido,
Que lo que con amor se regala
No se niega
No se quita ni se desvalora,
Que por mucho tiempo que pase
Nunca se olvida,
Que se queda en un rincón
De tierra abonada
Por un árbol caído
Sin noche ni olvido.
Que nadie debe mendigar el amor
Porque se da sin reservas,
Eso solo lo sabe,
Quien ha visto las garras
A la misma guerra.
Son pensamientos
Mientras voy caminando
Apartándome del mundanal ruido,
Ya nada me afecta,
Solo unos negros ojos,
Que por ellos mi corazón tiembla.
La vida es demasiado corta
En la púrpura tarde que languidece
Instalada en el matiz de tu mirada.

Silver

Escribo y canto

Escribo y canto tu locura,
Amo tus raíces hondas
Tu gracia, tu frescura,
La luna en lo alto
Luce blanca y pura,
Hasta los instantes que me das
Infinitos en el tiempo
Que perduran en mi memoria,
Obstinados y claros
Acogiéndome al secreto
Que en corazón
Queda guardado,
A lo que nadie sabe
Todo lo que siento
En este camino al desconcierto.
Bebo el agua de soledad,
Vacío que dejas
Es en el ejercicio de amarte
En la más pura ausencia,
Y aún así me obstino
En ese camino oscuro
De soledad manifiesta.
Cómo flor de las nieves
Única y frágil
Inocente y dura
En la helada tierra,
Tú candidez perdura
En silencio floreciendo
En un huerto escondido,
Agotando mi canto
Faltando tinta a mi pluma.
Y como fiel mendigo
Por una mirada,
Por una simple caricia,
O quizás una sonrisa
O simplemente, que escribas.
Y así la historia escribo
Saludando al mirlo
En este rincón detenido
Que con su trino extraviado,
En la noche
Cuando hablan las estrellas
Con la luna,
Entre mar y cielo
Hablan del amor
Que les inspira tu sonrisa.

SILVER

En el mismo instante

En ese preciso instante,
En ese momento
Donde el alba clarea,
Cuando suben las olas
Con su espuma blanca,
Junto con la marea,
Instante reflejándose
En mi retina como fotografía,
Instante mágico
Alegrándose el dia,
Apareciste tu, como sirena.
Tus ojos, no tomo
La oscuridad del cielo,
El cielo copio
La negrura de tus ojos,
La noche, la profundidad de tu alma
Y las estrellas tintinean de alegría
Con la luz de tu mirada.
Tus palabras acarician
Con el suave murmullo de tu voz,
Tu piel me habla,
Se eriza con una sensación de frio-calor,
Se te estremecen los suspiros,
Suspiros que nacen del alma.

SILVER

El secreto de mis palabras

Mis palabras guardan un secreto,
Entre líneas transcurre
Nombre que me sonroja
Cada vez que te pienso,
Guardado en una hoja
En mi rincón, en silencio
Nombre que evoca
Mis más dulce pensamiento,
Cómo fuego en la noche
Fuego en tu boca,
Cómo rosa, mariposa,
Flor del loto
Donde el amor se posa.
Palabra oculta
Escondida en mi cuerpo,
No es un tatuaje
Está mucho más adentro,
Sol, agua,
Silencio desnudo
Amo como te mueves
En el cuerpo a cuerpo.
Cierra tus ojos
Aún así me miras,
Y, sin ser el rey Midas
Conviertes en oro
Mi sufrimiento.
Dorado en tu seno,
Diamantes engarzados
Son mis versos
Que para ti,
Tengo guardados.
El sol brilla en mi nombre
En el tuyo la luna,
Astros que en el firmamento
Custodian mi secreto,
Y la tierra responde
Ofreciéndote la línea del horizonte,
Te escribo sin nombre
Elevo mis palabras,
Reafirmo con convencimiento
Que llevo tu nombre tatuado,
Dentro...muy adentro.

SILVER

Palabras

Las palabras no llegan, 

Solo lo que en ellas vean

Y lo que se sienta al leerlas. 

Unos veran eso, 

Bonitas letras, 

Otros toda esa profundidad 

De cada palabra, 

Cuando en ese instante 

Las piensa quien las escribe,

Y otros, sentiran 

Lo que de verdad encierran.

Pensativo el lo lírico de un verso

Pensativo en lo lírico de un verso
Mientras contemplo enigmático
Lo que oculta el misterio,
Mis manos en el gobernalle
Se hinchan las velas
Huérfana mi vida de tu talle.
Espuma blanca
Coronan las olas,
La quilla las rompe
Entre proa y popa,
Corta el mar en miles de gotas
La brisa nerviosa
Abandona a su suerte
A las blancas gaviotas.
Contemplo tu figura en cubierta
A merced de los elementos
Y, en un conjuro angustiado
Le pido a la rosa de los vientos
Que guarde esa visión,
Adentro...muy adentro
Cómo don supremo.
Mis ojos vislumbran el horizonte,
Inmaterial imagen
Mi musa mítica y ferviente,
Besos intangibles
Besado sin besos,
Caricias invisibles
Y temblorosas
Cómo las nubes,
Arrancandome el espejismo
De tu figura desnuda
Hacia el abismo.
Silueta mágica,
Sirena tentandome
A naufragar entre las rocas,
Al fondo de tu pecho
Boga mi fantasía,
Tras tu forma suprema
Diosa de mi sueño;
Mi barco lleva tu nombre
Y el poniente tu sonrisa,
Boga, navega mi barco
Del cual no soy dueño.

SILVER

Entre la luz y la oscuridad

Escudriño las estrellas
Cuando nace la noche
En la oscuridad del cielo,
Y me siento pequeño,
Casi desamparado
Ante la inmensidad del firmamento,
Me quedo mudo pensando
En esos puntitos de luz
Allá en lo más alto,
Cómo bengalas encendidas,
Esos destellos se reflejan
Cuando contemplo tus ojos
Sin saber tu que te miro.
Me mueve el deseo,
En ese resplandor en lo alto
Que la luna creciente
Emite cuando se afianza la noche,
Deseo que cuando abras tus manos
Notes el vacío de las mías
Y recordar ese instante
En el que se rozaron.
Créeme, se de tus ilusiones,
De esos sueños que compartimos,
Quimeras con la línea
Dibujada en el perfil de tus labios
Donde oscilo las alegrías
Y mucha tristeza.
No cierres tus párpados
Ni rompas los horizontes
Y aunque sientas el frío
Del triste invierno,
Tú alma trémula y caliente
Se apropió de la fuente de la vida
De la cual mana la esperanza
Y es mi reflejo de cada día.
En ese pliegue entre la luz
Y la oscura noche
En esa línea de claridad
Duerme mi amada luna.

SILVER

Canta el ruiseñor

Y cantando el ruiseñor
En esta noche que empieza,
Caudal de trinos
Que mi alma embelesa,
Alza su vuelo
Con su alegre canto
Y a tu ventana lleva
La rosa más bella del rosal.
Y dejo que a ti llegue,
Ahondando en tus ojos,
Callada y escondida,
Que por ti esa alma,
De pétalos rojos,
Rosa que por ti cantó.
Enciendes la luz de la locura
Que en silencio canta
Entre las sombras,
Escondida, timida,
Esperando que de tu mano
Sanes sus heridas.
¿Que tienen tus ojos
Que por ti suspira
Que anulas sus arrojos,
Que te escribe poesías
Un romance en un solo día
Reteniendo su melancolía?
Damisela de su mudo penar,
Olvido de vidas pasadas
Con tu presencia invades,
Dulce ilusión
Cómo Julieta
Esperando a Romeo
Asomada a tu balcón.
Pobre es el trovador,
Solo tiene mas que sus letras
Y aunque no es poeta
Escribe con candor,
Enjambre de golondrinas
Revoloteando a tu alrededor,
Letras aladas
Que con el canto del ruiseñor
Llegan a tu ventana.

SILVER

Esquivas son las hadas.

Esquivas son las hadas,
Su rastro de luz
En la oscuridad centellean
Con sus alas batiendo
Cómo mariposas en primavera,
Compitiendo con el tintineo
De las estrellas,
Gemas lanzadas al cielo.
Y así eres tú
Mi hada esquiva,
Aunque mis letras
No te hagan justicia,
Cómo cauta doncella
Sonríes y bailas
Al son de mi rima,
Letras que se
Son de tu estima.
Hada de mis versos,
Musa de mi pluma,
Con tu candida sonrisa
Hasta al crepúsculo inspiras
Los más tiernos sentimientos,
Luz de tus ojos
Que me trae la brisa.
Hada, mujer
Que persistes en mi memoria,
Sintiendo miedo
De sí misma
Gira eterna en mi cabeza
Cómo una luminosa noria.
Y mis palabras vuelan
Despacio a tu oído,
Cómo si fueran las últimas
Que se queden,
Se quedan en tu esencia,
En tu corazón
Cómo duende alado
Revoloteando con las hadas.
Y me quedaré
Debajo de una higuera,
A que las hadas me concedan
El placer de tu presencia
Sutil y hermosa,
Mi más dulce quimera.

SILVER

Clama el alma

Clama el grito del alma
Cuando el alba nace
Cautiva de unos besos,
De una cabellera que cae
Con donaire sobre su pecho.
Clama el grito del alba
Cuando unas manos vacías
Deseosas de reconocer
Cada pliegue de su tersa piel
Y las rendondeces de unos senos
Inmaculos como doncella
En su primer beso.
Es el grito del alma
Encerrado en la expresión clara
Que se expande cuando mira
Y abraza mi ser
Cómo las brasas de un fuego
Iluminando los días diáfanos
De este invierno frío.
Suave eco que me trae
Su lejana y cantarina risa
Entre las brumas lánguidas
A través del etéreo vacío
Que se torna melodía
Llegando a mi alma
Llenándola gota a gota.
Es el grito de un alma
Que despierta y abre los ojos
Para seguir soñando,
Y como el sol pinta
De colores las nubes blancas
En esos dulces amaneceres
Cuando la luna se esconde
Mientras mis letras la buscan
Al despertar la alborada.
Es el grito de un alma
Condenada al exilio,
Perdida entre los silencios,
En los últimos renglones
Disolviéndose en el horizonte.

SILVER

Un día un viejo sabio tibetano preguntó a sus seguidores lo siguiente: “¿Por qué la gente se grita cuando están enojados?” Los hombres pensaron unos momentos. “Porque perdemos la calma”, dijo uno. “Por eso gritamos”.

“Pero, ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?” Preguntó el sabio. “¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?” Los hombres dieron algunas otras respuestas, pero ninguna de ellas satisfizo al sabio.

Finalmente, él explicó: “Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia”. Luego el sabio preguntó: “¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente ¿Por qué? Porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña”. El sabio continuó “Cuando se enamoran más aún, ¿Qué sucede? No hablan, sólo susurran y se vuelven aún más cerca en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, solo se miran y eso es suficiente. Así es cuán cerca están dos personas cuando se aman”. Luego dijo: “Cuando discutan, no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, llegará un día en que la distancia sea tanta que no encontrarán más el camino de regreso”.

Musica

Eres como el fuego
Qué en pequeñas partículas
Dormitan en el fondo
De un corazón tierno,
En el fondo de unas pupilas
Qué te miran con desaliento
Adorandote cual diosa
En lo alto del Olympo
Sin medidas, sin tiempo.
Diva que Arias lloras
Derrochando sonrisas,
Bandadas de pájaros
En cielo de mayo
Tapando el sol
Reflejando su luz
En sus plumajes multicolor,
Creando un arcoiris
Danzando al son de tu voz.
Labios que, en cada palabra,
En cada sílaba,
En celestial música
Cuyas notas se escribió
Por la pluma infinita
De un compositor enamorado.
Cantas al alba
Cómo ofrenda
En el altar de los sueños
En la noche que se escapa
Sin besos, sin dueños,
Y mueren junto
A la luz de la luna
Que sombrea tus labios
Cuyo carmín realza
Tus blancos dientes,
Perlas impolutas,
Marfil de las teclas
De un piano universal
Que golpea las cuerdas
Emitiendo el sonido
Lanzando al viento,
Música celestial,
Diva que Arias lloras
Qué pinta sonrisas
Cuando tu voz exalta
En cada estrofa
El rosal de mi vida.

SILVER

Guardando palabras

No tomes mis palabras en vano,
Ni el tiempo que les dedico,
Cada vez que escribo
En ellas pongo la música
Cuyo compás mi corazón
Va marcando en cada latido.
En ellas florece mi soledad
Que un día la simiente
Se depósito en mi alma,
Y es mi prosa el puente
Que me une a ti,
A tus ojos como un indigente.
Cada vez que escribo
De uno tres poemas surgen,
Uno que sale de mis entrañas
Otro que a ti va dirigido
Y el último para mí calma.
Ese reducto de mi soledad
Que plasmo en cada renglón,
En cada letra de mi prosa,
En el mismo recuerdo
De tu perfumado pelo,
Instantes no olvidados
Que recorre el tiempo
Cómo una estela brillante
Que cruza el firmamento.
Quizás algún día
Me falle la memoria,
Quizás ese día no pueda
Escribir lo que siento,
Aquí te dejo mis palabras,
Todos mis sueños,
Esos instantes que haya olvidado
Momentos de nuestras vidas
Que en el espacio y en el tiempo
Coincidieron y forjaron
Algo tan profundo
Cómo ese mar que me sobrepone
Cada vez que lo miro.
Guarda lo que escribo
Para cuando me falle la memoria,
Cuando yo esté en el umbral oscuro
Del abismo del olvido,
Me recuerdes de lo que yo
Por ti he sentido.

SILVER

El camino

En la vereda de un camino
Crece el musgo
Humedecido por  el rocío,
En la tarde que languidece,
Abro los párpados
A la noche que se acerca
En este invierno frío
Queda desierta la vereda.
Pesa el silencio
Confundiendo mis sentidos,
En esa multitud de instantes,
Qué inexorablemente
Sobre mi mente,
Estalla surgiendo tú imagen,
Cómo fantasma, cómo quimera,
Esfigen quieta,
El acertijo formulando
A un caminante aturdido.
Brisa suave,
Que acaricia tu cara
Mientras las sombras
Se apoderan del camino,
Recorre las hojas
Entre las ramas,
Silencio en mi garganta,
Me trae tu aroma
Confundiéndose con el suave
Olor a la hierba,
A las flores de campo.
Y este camino,
Distancia que la noche ciega,
El silencio al acecho
En el árbol del tiempo
Se deshoja sin tregua,
Y ese amor se adormece
Desgarrando la noche,
Mientras en el camino,
Amanece...

SILVER

El perdon

Una mañana un joven recibió una llamada de su ex-novia, en la cual le decía…
“Yo también sentí lo mismo que tu anoche…Te espero dentro de una hora en el parque, junto al pequeño muelle del lago.”
El puso el teléfono en su lugar y su impresión fue un poco aterradora, ya que un día antes había soñado a su ex novia, con la cual había quedado en malos términos y por rencores y orgullos ambos perdieron la comunicación de pareja y amistad.
Tomó una ducha, se arregló y pensó en decirles a sus amigos que ella le había llamado, pero prefirió dejarlo en privacidad… Total, era el momento para que ambos volvieran a cruzar palabras, ya que el orgullo no debe ser eterno, ni mucho menos un castigo en juicio….
El joven se dirigió al parque, se acercó al pequeño muelle y se sentó, observando y pensando que iba a pasar, qué le diría su ex novia? De qué iba hablar?
Miraba a la gente pasar y entre esa gente la vio, su ex novia se acercaba a él de forma misteriosa… la vio extraña, vestía totalmente diferente! No vestía sus ropas frecuentes, ahora vestía un vestido blanco, que hacía ver en su rostro una extraña palidez. Su mirada reflejaba una paz inmensa, lucía tan hermosa. Era como si destellara rayos de luz……
Vestía unos zapatos impecablemente limpios del mismo color del vestido…. El intentó decirle hola pero ella le dijo…
- “Caminemos….”
Ella comenzó la conversación….
- “He sabido que has estado triste y que has tenido muchos problemas…. Te he soñado llorando… te he escuchado gritar afuera de mi casa… Y no me acercaba a ti, debido a las circunstancias, debido a tontos orgullos. Yo sé que tú no querías saber nada de mí… Y no te culpo… Ambos nos lastimamos demasiado, nos hicimos mucho daño y logramos alejarnos…. No vengo a discutir… No vengo a pedirte perdón…. Solo he venido a decirte que aunque las cosas no se arreglaron en su debido momento… Yo creo que nunca es tarde…….Sabes? Esperé a que tú me llamaras, para poder hablar… Pero tu llamada nunca llegó….El esperarte… el pensar en ti… Borró mi apetito… Robó mis días de sol… y me fue venciendo poco a poco…. Sin embargo guarde Fe… y dije ‘él llamará’…. Más nunca lo hiciste….No te culpo pero sí te comprendo…. Sé lo que sentiste anoche… sé lo que te pasó, yo también lo sentía en ese momento, pero con mucho más dolor… Grité tu nombre mil veces… y grité mil veces perdón. Qué lástima que no me hayas escuchado… Qué lástima que no me hayas llamado… Pero, ¿sabes amor? Creo que nunca es tarde para perdonar y si te pedí que vinieras al parque fue para entregarte esto…. Ella le entregó en sus manos una cruz, la cual era símbolo del amor de los dos… Esta cruz es mi cuerpo… Esta cruz es quien soy… Te amo y quiero que la conserves contigo por el resto de tu vida….”
El se quedó sin palabras mientras gruesas lágrimas resbalaban por sus mejillas…. La gente lo miraba y lo señalaban…. Alguien le preguntó:
- “Joven: está usted bien?”
Y él respondió:
- “Sí, ¿por qué?”
- “Lo veo caminar y lo veo llorar… Le sucede algo?….”
- “Nada, gracias, simplemente estoy conversando con ella…”
La persona que preguntó se retiró extrañada del lugar…
El acompañó hasta su casa a su ex novia, ella le pidió que por favor la esperara afuera y él accedió… Ella nunca lo hacía esperar en el patio… Se quedó 10 minutos esperando… y no regresaba. De pronto escuchó voces y vió salir de la casa al papá de ella, con cara triste y ojos llorosos… Lo abrazó y le dijo:
- “Se nos fue, se nos fue…….”
Una extraña sensación recorrió todo su cuerpo y entró corriendo a la casa, entró a la recamara de su ex novia… En ella se encontraba la mamá de ella… abrazada del cadáver de la chica, el cual reflejaba en su rostro una profunda tristeza.
El joven, con llanto y un nudo en la garganta, le preguntó a la Señora:
- “Qué sucedió? Dígame que sucedió…”
- “Dice el doctor que murió de tristeza… Ella dejó de comer… dejó de reír….No sabemos si el desamor la alejó de todo… No sabemos si el sentimiento de culpa la hizo infeliz… Te ha dejado esta carta…”
El comenzó a leer….
“Sabes amor? Yo también sentí lo mismo que tú…. El aire empieza a faltarme, Intento gritar pero no puedo, luces blancas iluminan mi habitación…me voy para siempre amor….Gracias por haber ido al Lago… gracias por estar aquí… Aunque en vida no me pudiste perdonar… Sé que ahora lo harás frente a mi…..”
El miró el cadáver…
Y sólo dijo:
- “Perdóname tú a mí……”
En el amor, en la amistad…en la familia… no dejemos entrar sentimientos mezquinos en nuestro corazón, como lo son el rencor, el odio, el orgullo, la ira, etc….
Aprendamos a perdonar y a pedir perdón No dejemos que mañana sea demasiado tarde…

Mírense a los ojos… y sientan lo bello que es “vivir y perdonar”

Campo seco

Me alejo de un campo seco
Inerte en el tiempo,
Donde crecieron dos rosas
Qué una hoz segó a destiempo,
Estéril tierra
Qué se quiebra sin lluvia,
Sin abono...
Las ausentes lágrimas
De un corazón maltrecho,
Sin vida...
Donde los rastrojos
Campan a sus anchas;
Campo árido,
Donde el sol quiebra
Los terrones...
Sin plantas, sin flores.
Donde tampoco cantan
Los jilgueros entre las amapolas,
Ni el ratoncito a sus crías alimenta
Con el grano que no creció
En las verdes espigas,
En los labrados surcos
Por los labriegos.
Soledad, secano,
Tierra roída
Por un largo lamento,
Se diluyen los rostros
Entre ocres sombras
De árbol seco,
Tierra de seco nardo,
De espigas esparcidas por el viento.
Nada queda de bello
En ese arido campo,
Tierra quemada y seca
Cansada y ciega
De amor y agua.

SILVER

Reyes no tan Reyes

Seguro que hoy habrá gran alboroto en las casas donde viven niños, cómo arrancan nerviosos el papel de los regalos, risas, grititos de alegría, gran revuelo en todos los hogares, felicidad por doquier.
Y yo hoy, aquí me hallo, esperando al día ocho, que pasen estos dos días lo antes posible, esperando que con un chasquido de dedos me teletransporte directamente a pasado mañana, pero me temo que no será así, me temo que inexorablemente tendré que enfrentarme a mañana.
Hoy pensaré en los chiquillos que son felices abriendo los regalos, sus momentos de felicidad, de ilusión, y también algún que otro pequeño desengaño, es que a veces los reyes no encuentran todo lo que se pide. Pensaré en todos aquellos niños que no recibirán regalos, ni tan siquiera tienen algo que llevarse a la boca, esos niños que hoy nadie se acuerda, donde está la solidaridad? Esos niños que hoy trabajan para esas grandes marcas fabricando sus productos por un sueldo de mierda, que ustedes regalan a sus hijos comprados a precio de oro, triste paradoja, tristes extremos, unos padecen para que otros sean felices. Donde está la justicia divina, o la caridad cristiana? Me temo que todo eso se olvida, o no se quiere pensar en ello, tan grande son los egoísmos que se pasa por alto el sufrimiento de los demás. Día feliz para unos, día triste para otros, no me gusta, pero es así.
Me auto regalaré mi café de la mañana, ese que compartiría contigo sin dudarlo un momento, te lo llevaria a la cama, ese sería mi regalo, mi amor incondicional, mi momento café.

SILVER

Recuerdos

En un rincón de los recuerdos,
Ese que nunca se cierra,
Donde se esconden
En mortal silencio,
Los gemidos que sellan labios
Llevando tú imagen
Doliendo dentro,
Cómo martillazos
En un corazón seco,
Vacío, sin lágrimas
Qué lloren a tu paso
En ese mar frío sin llanto.
En ese lugar
Donde abonas olas,
Rosas rojas
Ocupan triunfantes
Donde quedó tu corazón
Humilde y risueño,
Con sus fulgores inundado
Todos los rincones.
Vuelven los suspiros,
Las horas de congojas
En ese crepúsculo
Vísperas de un día jubiloso
Y a la vez nefasto,
El sol en esta víspera
Se esconde guardando luto,
Crepúsculo triste,
No se mueve el mar,
Ese que un día
Suavemente te acogió en su seno
Y obstinado guarda tu secreto.

SILVER

Mágica noche

Y en esta noche mágica
Donde reina la alegría,
En esta noche
Nadie duerme
Esperando a los de oriente;
No pedí regalos
Ni me traerán carbón,
Lo que yo deseo
Monetario no tiene valor,
Lo que yo deseo
Está en tu tierno corazón.
No hay hogar encendido
Ni intima relación,
Ni llamas indolentes
Qué al son bailén
Del crepitar del fuego,
Ni tu figura plasmen
Cómo sombras chinas
En la sabana de mi mente
O en la blanca pared
Qué mi corazón detiene.
Noche mágica
Que invita a mi sueño,
Me cobija indolente
Entres las sombras
Lejos del naciente,
Y yo a oscuras
Espero a los de oriente.
Mágicos seres
Que en la madrugada,
Dejarán mis sueños,
Escondidos, aquí, adentro,
En los altares de mis pensamientos.
Noche mágica,
Míticos seres
Que llegan de noche
En silencio de otras tierras,
Cómo de otra vida,
Quien en ellos no crean
No creen el la sonrisa de un niño,
Esclavos de su triste existencia
De la ilusión pérdida.
Y aquí estoy esperando,
A que se acerquen,
Dejaré heno y leche
Cómo manda la tradición,
Pero yo solo deseo,
La ternura de tu corazón.

SILVER

Escribo

Mirando a través de mi ventana
Dejando atrás viejas soledades,
Con la mirada perdida en el horizonte,
En ese mismo instante
Se desliza por esta hoja blanca
Donde se describen los destellos
De unos ojos guardados
En la memoria de mi tintero
Cuya pluma se desliza
Entre los reglones del tiempo.
Volví derramando gotas de rocío
Cristalinas y transparentes
Cómo alma infinita
Celebrando en su interior
Tu eterna sonrisa.
Mis pupilas atrapan el color
De tus negros ojos,
Se va descubriendo el resplandor
De tu cabellera sobre tus desnudos
Y morenos hombros.
Me iluminas, eres la tinta
De mi pluma que se desliza
Por esa hoja blanca,
Donde a escribir vuelvo
Esos versos secretos
Que para ti son guardados.
Para ti sigo escribiendo
Llenando mi corazón,
Ese pozo insondable de mi alma,
Sensaciones que me traspasa
Como un afilado sable,
Mientras el aroma de los sueños
De mi se van apoderando
Escondiendome tras estos versos
Robados al viento.
Y seguiré escribiendo
Desde este humilde tintero
Que llamo corazón
Y de esa tinta inagotable
Se nutre mi pluma.

SILVER

Se acorta la noche

Las noches se acortan
Está más cerca la primavera,
Y aunque el frio va calando
En este invierno que empieza,
La luna en lo alto,
Abraza tu melena
Con sus plateados reflejos,
Deposita sobre tus cabellos
Una reluciente estela.
Me fundo entre tus brazos,
Inclinas tu cabeza sobre mi pecho,
Hecha de amor a mis ojos
Perdido estoy con tus besos;
Plateada luna,
Ya menguante
Te vas perdiendo en el horizonte,
Y de mi pluma surgen
Poemas nuevos.
Y mis sueños se abren
A mis carnes...
Cómo brotes verdes de un rosal
Que derrite la nieve,
Aunque la tierra hiele,
Fuego en tu abrazo,
Fuego en tus venas,
Almendro en flor,
Tú, mi eterna primavera.
Los sauces tu ausencia lloran,
Los jazmines esperan
A que el frio quede fuera,
Entre los juncales el mirlo canta,
Y tú, sin quererlo yo,
Eres mi eterna primavera.

SILVER

En la hora sonámbula

Pronto llega la hora sonámbula
Qué vaga entre las brumas de la noche
Peregrina entre mis fantasías,
Imagen que me hacen suspirar
Caminando a oscuras
Como una aparición nocturna.
Silencio y paz,
Mecidos los sauces llorones
Por la brisa,
No lloran, bajan sus ramas
Y con sus hojas
Acarician tu faz
Dejando pasar el brillo
De una estrella fugaz.
Noche trémula
Que une dos almas,
Bendición que estila calma,
Plácida noche
Que une dos cuerpos
Sin esperar al alba.
Escondido en mis letras,
Prosa que mi nombre esconde
Y cada cual me llame como quiera,
Solo en tu mirada
Es el instante que me habla
Cómo un grito
En la noche larga
Saliendo de tus labios la llamada.
Prólogo de mi libro,
Palabras que por ti escribo
Canta cada estrofa
Qué se extiende sin desatino
Alargando limpia y clara
Cómo fresca agua,
Palabras que quedan escritas
Cada noche
Para que las leas al alba.

SILVER

Sensaciones

Vértigo al contacto
Con el mar de tu piel,
Tan parecido al subir y bajar
De la espuma al roce de las olas,
Y en las profundidades marinas
Donde el delfín se adentra
En los negros abismos
Donde la corriente
Explosión hace
En continuos gemidos
Donde el sol no traspasa
El umbral de la fantasía
Perdiéndose en la oscuridad
Cómo en la ingravidez del cosmos.
Y yo hábito en los pequeños
Y grandes acantilados
Aferrando mis ansias
Cuál liquen enmedio del huracán
Teniendo en mis manos
El sol y la luna cautivos.
Y escribiría poemas de amor
En el nácar de la espuma
Cuando rompe las olas
En los acantilados desafiando
Las nubes del cielo,
Piedra que permanece callada
Bañada por el agua
Cuando sube la marea
Vistiendo el mar de deseos.
Y el viento azota mi cara
Rompiendo mis pensamientos,
En esa pasión oculta
Escondida bajo mi pecho
Cedo mi prosa al viento,
A la sal, al alba,
A ese íntimo contacto
De tus pies en las aguas
Acariciando tu suave piel.

SILVER

Sentimientos dormidos

Que extraña sensación,
Sentimientos dormidos
Que cobran vida,
Suave melancolía
Sueños de una noche
A través del tiempo,
Porque tu vida es la mía
Y aún en la distancia
Yo te pienso...
Yo te siento...
Desde donde te contemplo
Y percibo tu aroma
Que con el mio se funde.
Paréntesis abierto,
Vacío que llenaste
En un momento
En esta noche errante
Y con la ventana abierta
Entra sigilosa
Y sube por mi vientre
El lugubre sonido
De tu ausencia.
Y la noche, la luna
Testigos mudos
Observan cómo voy deshojando
Una blanca margarita,
Frío en los cristales
Y el invierno tinta
De gris las calles.
Solo la luz de los rosales
En tu calidad sonrisa,
Que yo aquí seguiré esperando
Aunque pase el tiempo,
Esa luz estremece
Y aviva la pasión de mis latidos
De este corazón
Antaño inerte,
Ardiendo como la jara
En una calurosa noche
De un verano ardiente.
Y con tu lento caminar
Por la vía Láctea
Jubilosa y pura,
Dime apaciblemente
Si brillan las estrellas
Cuando llega la alborada
Y si el sol se refleja
En tu morena cabellera.

SILVER

Recuerdos de vísperas de Reyes

Se acercan los reyes, de estas fiestas creo que es el día más bonito, además de más nuestro, no es un personaje prefabricado por los yanquis, es una tradición nuestra de siglos, tengo en el  recuerdo esas noches de espera, el nerviosismo de la víspera de reyes, el acostarme temprano, hacerme el dormido con la cabeza tapada para que los reyes no me vieran despierto. Dulce inocencia de aquellos años, recuerdo como mi hermana Uchi, así la llamábamos cariñosamente, se ocupaba de poner los regalos debajo del árbol, y de los susto que mi daba la muy...
Cuando me regaló mi primer reloj, entonces ya no era tan niño, pero sentía esa magia. Aunque no fueron años muy buenos en algunos sentidos, quedan esos bonitos recuerdos. Y en mi propia familia, como me quedaba hasta las tantas en vísperas de reyes envolviendo regalos, nunca permití que me lo envolvieran, ese ritual permanece hoy en día, no importa que regalo haga, siempre los tengo que envolver yo, le ponía mucha ilusión a esa rutina, era un chiquillo más en esos momentos, ver la cara de felicidad de los niños, eso, no se paga con dinero, eso se vive y se siente dentro. Y en la asociación de vecinos de la cual yo era miembro, cómo me gustaba diseñar las carrozas, o vestirme de rey para llevar regalos, bonitos e inolvidables días desarrollando mis ideas y verlas culminadas cuando los niños eran participes de ellas. Si, lo reconozco, me gusta el día de reyes, por lo que representa en nuestra cultura, y por la ilusión que despierta en los niños, y lo que nos hacía sentir cuando lo éramos nosotros, aunque también ahora me traen malos recuerdos, pero los buenos son más fuertes y permanecen dentro de mi.
O será que este año tengo más ilusión, quizás me trajeron felicidad antes de tiempo y no esperaron al 6, o quizás será porque me lo merezco. Sea como fuere (no sé porque me gusta esa expresión) sea como fuere, me siento muy bien, no tengo nietos, Dios no ha querido que los tuviera, eso si, un montón sobrinos nietos, pero son tantos que necesitaría una fortuna para regalarles algo. Mi cariño, eso si siempre lo tendrán.
Ahora mi momento café, ese otro ritual mañanero que me encanta, a algunos les parecerá algo trivial, pero es el poder de hacer de algo sencillo y rutinario, un momento especial, como todo en la vida, es el  valor que nosotros le demos a las cosas, tiene más valor un pequeño momento compartido con alguien especial, por muy pequeño que sea, que este repleto de felicidad, que el más grande de los tesoros. Son esos pequeños momentos los que hacen a pesar de todo, que la vida valga la pena vivirla.

SILVER

Frio

Hoy tienes el corazón
Como árbol seco,
Que sin más razón
Lo seco de golpe el frio
Dolido y descarnado por garras
De sentimientos vacío
Viéndole la faz al helado invierno,
Y aun no queriendo soltar amarras
Dejando que se lleve
Tu corazón dolido.
Triste despedida escrita
Dios es testigo
Que le habrías dado tus ojos
Desde el mismo momento
Que por primera vez,
Sentiste su mirada
Clara como el rio.
Le dirías que no importa nada,
Que con amor todo se supera,
Decirle tantas cosas
Que te faltan las palabras,
Lo que se da con amor,
Nada cuesta.
Le darías tu vida,
Tus ojos, si lo pidiera,
Que más duele su ausencia,
Sin sentido se queda la vida
Desde que no está a tu vera.
Decirle, que aunque no te sonría,
Si feliz tu la vieras.
Que prefiere soñarte,
Antes que triste verla,
Lejos te irías en silencio,
Aunque el corazón te duela.

Silver

Tu libertad

Siguiendo a los pájaros con la mirada
Qué entre árbol y árbol vuelan,
Embellecen el cielo
Con su inagotable vuelo
Y, su gorgojeo
Narrado por los poetas.
Así te quiero libre,
Pero que tú descaso sea
Tú refugio mi pecho,
Te quiero en las alturas,
Soy esas alas
Qué sustentan tu vuelo,
Ser tu libertad es mi deseo,
Que se esconde tras la niebla
Antes del alba
Cómo el viento del sur
Qué estremece las hojas
Antes de la aurora.
Te quiero libre;
Cómo espíritu de fuego
Con tu cabellera ondeando
A merced de la brisa
Negra como corcel negro
Trotando en las praderas
Verde cubiertas de flores,
Arcoiris, como mi esperanza
Diáfana y brillante,
Como la más bonita esmeralda.
Te quiero libre;
No como la luna
En su cénit atrapada,
Así te quiero, libre
Cómo gacela
En la vasta sabana,
Porque el amor
No corta las alas,
Te las da mas grande
Para que siempre vueles,
Y te devuelva a mi lado
Los vientos boreales
Y, pintar las cumbres
Con tu aleteo eterno.

SILVER

Hace hoy un año

Año nuevo, que puedo decir de este año que recién comienza!? Qué han habido momentos tan inesperados como bonitos, después de comenzar una noche más bien normalita, se transformó en inolvidable, me reencontré con viejos amigos, aunque siempre nos saludamos por aquí, fue un placer abrazarlos.
Y a medida que fué avanzado la noche, las hadas se fueron confabulando, y se hizo unos de mis deseos realidad, no hay fotos, ni nunca las habrán, pero se quedarán para siempre en mi retina, en mi corazón, que son los recuerdos si no fotos que se guardan en el alma, inamovibles en el espacio tiempo. Lo que iba a ser un día un poco más especial, se transformó en inolvidable, nadie recibió mejor regalo, ni Dios mejor ofrenda, nadie se sintió tan especial y único.
Qué puedo decir de este año que empieza? Qué ha sido el más bonito en muchos años, que todo esos ratitos que hemos pasado mal han valido la pena, porque hoy estoy...mejor no lo digo, para que nadie sienta envidia, jejejeje. Solo diré, que hay un nuevo comienzo, esperanzas renovadas, mirada al sol naciendo, a un nuevo amanecer, a nuevos momentos, y seguir soñando despierto. Porque siempre hay alguien que es nuestra debilidad, porque es así y seguirá siendolo, porque eres mi siempre, mi hoy, porque eres mi sueño, porque eres mi enterno presente, porque eres mi eterno sueño.
Hoy es un nuevo comienzo, hoy seguirás siendo mi más bonito presente, mi más bonito sueño.
Hoy no hay café, a estas horas almuerzo, me lo tomaré después, solo ha cambiado el momento.

SILVER

Huérfana de ti mi almohada

Y quedó tu perfume
En mi cuerpo,
No como un mal presagio
Cómo en un hasta luego,
Un entre paréntesis
Esperando en mi corazón despierto
Conmovido por esa brevedad
Larga en el tiempo,
El temblor de mis manos
Acariciando tu cuerpo.
Y quedó tu perfume
Grabado a fuego,
Instantes enloquecidos
Cómo tormenta en el desierto,
Donde la lluvia
Pulveriza estremecida
Las arenas de los malos recuerdos,
Sombras oscuras
Batidas por el viento.
Y te hallé tan próxima,
Tú perfume en mi almohada
Sutil y embriagador
Cómo el perfume de las flores
En una noche de primavera,
Con la luna llena
Alumbrado tus ojos oscuros,
Reflejo plateadando
Tus negras pupilas.
Las horas se quedan quietas,
Se para el tiempo,
La quietud de la atmósfera
Se quebranta por un largo suspiro,
Leve murmullo
Que sacude mi cuerpo;
Y me queda tu sonrisa
Esa mirada que me desarma,
Se queda tu perfume,
Tú melena larga,
Se queda huérfana mi almohada.

SILVER