Por esta casualidad que el destino
Se empeñan en querer manejar
Entre la inmensidad del tiempo
Que pronuncia luna, tu nombre infinito,
Entrando a hurtadillas en ese arcoiris
Cuando las nubes después de la lluvia
Poco a poco reverbera los rayos
Del sol en las gotas de agua
Que cayeron del cielo.
Hoy quizás me sienta más cerca
De esa explosión de colores
Salido de la misma paleta
De los dioses que pueblan
En el inmenso horizonte
Que despertó jubiloso
En el principio de la edades
En el plenilunio de los tiempos.
Llegas prodiga en el creciente
Apareciendo como mujer desnuda,
Luna, que desafías los elementos
En esa oscuridad, al mismo trueno,
Tú luz se prolonga al infinito
Como una virgen a la orilla de un lago
Leyendo esas poesías que un día
Que para ti se escribieron
Cuando la tarde caía.
Contemplo el aura que te rodea,
Movimiento que se hace eterno,
En esa plenitud que es Elixir
Que furtiva se derrama
En mi abierta y sedienta boca.
Casualidad que impone el destino
Insaciable y posesivo,
Silencioso avanza en el tiempo
Sembrando en la oscura noche
La estéril tierra del pasado
En el viaje en las praderas desnudas.
Luna, grácil luna,
Adorada por los dioses del Olimpo,
Amada por Endimion por el día
Y tú velando y protegiendo su sueño
En la inmortalidad de las noches
Mirándote en el espejo
Del estanque dorado
Cuando te despides al alba
Antes de caer en la profundidad
De las más dulces quimeras.
SILVER ©
