En el altar de los sueños,
Escondidos quedaron
Esos viejos paisajes,
Viejas tierras,
Cuyo nombres atras quedaron
Quedarán enterrados
En un cofre de hierro roído
En ese mar inmenso del olvido.
Escritas con el dedo sobre la arena
Se quedan grabadas
Esas palabras, esos sueños,
Con las olas, con el viento,
O segadas por la afilada guadaña
Del escondido silencio
De un corazón malherido
Qué, aún sangrando
Cauteriza sus heridas.
Se oscurecen los paisajes
Antes áridos, ahora verdes,
Llenos de flores multicolores,
Esparcidas sus semillas
Por un dragón alado,
Que misericorde da sombra
Con sus largas alas
Disipando sombras
Y fieros fantasmas
Que antaño llevaba
En la eterna memoria del alma.
Quizás se vislumbre en la lejanía
Nuevos horizontes,
Nuevas constelaciones,
Cuando el día se abra,
A un nuevo sol, una nueva creciente,
Y quizás retorne mi pureza
Esa que, poco a poco
Fui perdiendo cada día,
En esa luz que se desvaneció,
De deslumbrante luna
A esfera oscura.
Se cierra un capítulo,
Y se escribe uno nuevo
En el libro de la misma vida
Plasmado en lo infinito del tiempo,
Esa levedad etérea y transparente.
Pero quedará entre mis páginas
Tu perfume sin igual,
Quedará como libro antiguo
En alguna estantería olvidada
Que ya nadie quiera leer,
Solo alumbrado por algún rayo de luna
Olvidado y polvoriento
Entre las viejas novelas
De cuando fuimos niños,
Una nueva historia,
Y un nuevo comienzo,
Atrás quedarán esas palabras muertas
Para lúcidar otras nuevas
Que te llegarán al corazón
Mientras yo cada noche
Te plasmo, te escribo
Lo que yo siento.
SILVER©
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