domingo, 26 de junio de 2022

El atardecer despierta

 

Cada atardecer despierta

En esa dulce armonía

Que nos trae el día

Cuando la noche cae

Caminando entre piedras

Adornadas por el musgo

Que el rocío de la madrugada

A la sombra hace crecer,

Emergiendo verde como la esperanza.

Se fué, y abriendose paso 

Entre terribles sombras

Y aún en la amargura

Derramó bendiciones

Cómo mosto que nace

De las pisadas uvas.

Era tan solo un corazón solitario

Cómo el sol que se escapa

Tras el inmenso horizonte,

Ella, luna, que queriendo

Ser de plata impoluta,

Apaga el dorado del sol

Cuando se recuesta

En su marítimo lecho.

Ya no queda brillo ni paz

Donde ante era alegría,

Queda la amargura

En esa ironía que da la vida,

Locura que se extiende

Hasta su cara escondida

En la negrura que se avecina.

Me socavan los ecos

Adormecidos e inútiles,

Se convierten en sombras

Tras los deseos del silencio

Disolviéndose entre las brumas

Que adornan como corona la luna.

A ti, blanca dama,

Aún te invoca a cada atardecer

Antes que su luz se apague,

Te celebra cuando vislumbra

Tus plateados rayos

Tras las altas montañas.

Te recibe como fiel amante

Inalcanzable en tu escapada

Cuando atrás dejas los abismos

De tu cruel cárcel.

Arte en movimiento

Cuando cruzas el firmamento,

Materia viva tus andares,

No deja olvidada tu presencia,

Preséntate luna

Cómo musa que inspira

Toda su prosa que escribe

Cuando cae la noche.

Esta tarde plasmó

Letras que no verán nunca

Esa luz que ilumina el cielo,

Le acompañarán toda la vida

Cómo esas lágrimas 

Que sin poder derramar

Que le quema el alma,

Luna, sin tu presencia

Indudablemente se quedarán 

Huérfanas sus letras.


SILVER ©



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