Cada día me confieso en mis letras
A mí mismo, a la luna,
Mis torpes palabras se fabrican
Siempre al atardecer,
Cuando el crepúsculo da paso
A los oscuros cielos
Y los pájaros se adormecen,
No será mi confesión última,
Mis letras seguirán escribiéndose
En ese mismo momento
Que la luna y el sol se cruzan.
Será que en ese instante
Me llega la inspiración
O para que no caigan en el olvido
A través de las hojas escritas,
Quedo huérfano cuando
A medida que avanza la noche
Se aleja la luna,
Quedando las nostálgias
Escondiéndose tras la mañana
En este papel blanco
Dónde escribo.
¿Que es la vida sin luna
Y ella sin mis humildes versos?
No se pueden quedar
En mi alma, en mi memoria
Dejan de ser míos
Mientras se plasman
Describiendo lo que siento.
Los destierro hacia
La sensibilidad de los adentros,
Sin lugar al retorno
Allí quedarán al resguardo
Y no se perderán en los jardines
De ese mal llamado tiempo.
A ti confío mis pensamientos,
Que sin ti no existirían
El sol ni la luna,
En tus noches oscuras
Estarán ahí, desde el principio
Del mundo, y serán eternidad
Mientras tu los contemplas.
SILVER©
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