No construiré castillos

No construiré castillos en aire
Aunque digan que tengo
En las nubes mi cabeza,
Cavaré en el suelo ondas zanjas
Poniendo unos cimientos
De duras piedras,
Para que sean fuertes los muros
Que alzaré hacia el cielo.
Tendrá un jardín florecido
Un azul intenso en el firmamento,
Donde tú serás jardinera
Abonando con tus manos
La desnuda tierra.
Lo llenarás de luciérnagas y hadas
De mágicas fuentes de los deseos,
Y bañando sus murallas
El río de oro de tu mirada.
No destierres de tu corazón al cantero
Que talla la piedra
En sus letras, en cada verso
Cuando la tarde acaba,
Jardín para ti guardado
En esta apacible tarde
De este día de primavera,
Donde el tiempo no tiene límite
Y la luz nunca se acaba.
La luna acompaña la noche,
Siempre llena, siempre de plata,
El misterio nace entre las plantas
Cuyo color verde se realza
Con sus últimos rayos
Plateados cuando amanece.
No es una quimera
Ni un espejismo siquiera
Lo que lleva mi alma,
Sentimientos encerrados
A resguardo, atesorados
Entre las altas almenas
Mientras espera a su jardinera.

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