lunes, 22 de julio de 2019

Ese día lejano


Ese día ya tan lejano
Pero no en el tiempo,
Ese día que sentí
La energía sin control
Que a mí alma llegó
Cuando te escribí
En mi por vez primera.
Ese día ya lejano,
Pero tan solo perdí
La noción de ese tiempo
Recorrió todo mi cuerpo
Sensación a la vez extraña
Cómo de gran placer,
Esa caricia mágica
Tan cautivadora que ese día
Mi corazón lo perdí.
Hada que me cuida
Con ese fuego cómplice
Que brilla aún sin quererlo
En ese día ya lejano
Y yo cada noche te pienso,
Siempre amanece de nuevo,
El mundo no se para
Aunque sea mi mayor deseo
O que se quede quieto el tiempo
Para que se hagan interminables
Esos momentos rozando lo eterno.
Se fundieron nuestras esencias
Cómo ese amor etéreo
Que vuela sin alas,
No sé que me espera
Ni sé si volveré a ver amanecer,
Pero ese día lejano
Y no en el tiempo,
Que indolente me machaca
Sin dejar de tejer mis anhelos
Esos de los que alguna hablé
El largas conversaciones
Entre la vigilia y el sueño.
Seguiré escribiendo mi prosa
En esas páginas blancas
De mi cuaderno de Pitágoras,
Cómo el de un navío
Que navega a favor del viento,
Descubriendo nuevos mares
En la singladura de la vida
A merced de los elementos
A merced del tiempo,
Aunque no tan lejano
Te escribí dentro de mi
Cómo siempre, cada atardecer
Cuando el sol se escapa
Buscando inagotable a su luna
Cuando cada noche deslumbrante
Del mar emerge como diosa.

SILVER©

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