sábado, 6 de julio de 2019

Se despide la noche


Poco a poco se irá despidiendo
Con un sentido y doliente silencio,
Cómo si nunca hubiese pasado
Este mundo, este tiempo.
Habrá olvido después del largo camino
Guardando los recuerdos,
Por si alguna vez le preguntan
De quién mis ojos fueron.
Se irá sin una despedida,
No habrá un adiós;
Solo un caminar lento y fatigado
Hasta que sea solo
Un lejano recuerdo en el tiempo.
Solo quedarán unos poemas
Aquellos que escribí con esmero
Poniendo mi corazón en cada palabra
Mi alma en cada letra.
Apuesto que nadie la visitará,
Ni tan siquiera en ese viejo cuaderno
Donde plasme todos mis sentimientos,
Olvidado quedará en una estantería,
Cómo único testigo
El polvo acumulado en sus hojas
Libre ya de todos mis sueños.
Y la noche se enrosca
En torno a la ausencia,
La sombra larga y huesuda
Rompiendo el alba que languidece.
Corren las horas, los pájaros despiertan,
Rompen la monotonía de la noche
Se oye el eco del sonido
De la fuente del cercano parque,
Es como si fueran un murmullo
Sus aguas cristalinas,
Estáticas y suspendidas
Las estrellas se apagan
Y el tiempo parado en torno mio.
No hay brisa, la luna se esconde,
De nuevo en la trémula noche
Las puertas se cierran
En torno a la oscuridad
La luna me sonríe y se despide
Besándome la frente,
Las hadas y las ninfas
En los huecos de los árboles
Buscan las hojas de los robles
Se recuestan plácidamente
Y la vida surge en la alborada
Cuando los rayos de sol
De nuevo penetran en el bosque.

SILVER©

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