Oigo como el viento
Habla a los árboles,
Y susurra a las hojas,
Contemplo extasiado
Cómo pintan de rojo
Los jardines las rosas
Hacia mi trae
Ese mismo viento,
Envolviendome como un tul
La dulce fragancia
De los naranjos en este otoño,
Vistiendo de azul
Las largas noches
Del helado invierno.
Borrando en las alturas
Los tonos grises
De las nubes en el cielo
Y de los sentimientos,
Poco a poco los árboles
Se van despojando de sus hojas
Para quedar adormecidos
Y soportar el duro invierno,
Sus corazones seguirán
Latiendo con fuerza
Y en cada latido
Un segundo menos
Para que llegue la primavera.
Nostalgias en esas noches
De viento y lluvia,
En horas de sombras
Vacíos los espacios
De miradas y sueños,
Esquivo el sol dorado
Escondido detrás de las nubes
Que lloran su ausencia
Borrando de la arena
La frágil quietud
Cuando se escapan los silencios.
Solo se oye la cadencia
De las gotas de lluvia
Sobre las tejas,
Llueve sobre mojado
Desbordando el alma,
Fluyendo en esas melodías
Con los gemidos del viento,
Recorriendo los recuerdos,
Los misterios de la memoria,
Justo decir que quizás
Volverán entre los caminos
De la inminente alba,
Extinguiéndose el viento
Llegando la calma.
SILVER ©
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