sábado, 31 de agosto de 2019

Se mece la brisa, se mece la luna.


La brisa fresca mece
Las cortinas de mi ventana
Y la luna traviesa
Se esconde en la calma,
Insumisa y rebelde
En perfecta espera,
Se escapa un suspiro
De su pálida boca.
Sus manos extienden
Las flores que la noche
Abre al mundo
Cómo el más sentido verso,
Cuyos aromas se expanden
Naciendo la magia
En el infinito cielo.
Mis letras se escapan
Vociferan mi última prosa,
Terca que se amuralla
Aviesa de la tinta de mi pluma
Hasta esa última gota,
Brisa que trae tu aroma
Donde se refleja el alma
Escondiéndose en la aurora,
Aferrándose a las sombras
Que la noche cubre con su manta.
Quisiera poder volar
En esta quietud,
Donde el corazón me lleve
Tan lejos, o quizás tan cerca,
Con esa vieja amiga
Que se llama soledad,
Mañana será otro día
Otro camino, otra senda
Con pies cansado andar,
O quizás el olvido,
Será la sonrisa del tiempo,
Un recuerdo, o quizás nada más.
Siguen meciéndose las cortinas,
Entra la brisa fresca,
El perfume de tu piel
Dejando ese espacio
Para un nuevo comienzo
Cuando la ventana se abre 
De par en par a la noche, 
Se filtra entre la negrura 
La luz de las estrellas, 
Y la luna se mece suavemente
Acunada por la brisa
Que nos regala el poniente.

SILVER©

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