viernes, 18 de febrero de 2022

Cae la noche

 

Dejamos caer la noche

Cómo abismos oscuros,

Cuando pasa el silencio,

Las palabras y los hechos

No caen en el olvido,

Lentamente se rompe

La incipiente oscuridad

Cómo las olas del mar

Frente a un acantilado 

Majestuoso y desafiante 

Erguido y poderoso

Ante sus implacables embestidas.

Cae la noche cuando el aire 

Quieto se queda

Y la vida se enfunda

En su traje oscuro

Adueñándose de los rincones,

Escribo con la luz mortecina

De unas velas desfigurando 

Mi sombra contra la pared,

Anocheciendo en las calles

Y el cante se oye en los tabancos

Embrujando la luna

Cuando nace en el horizonte.

El sonido de una guitarra

Rompe en la lejanía,

La luna se ruboriza

Cuando por las calles

Encendidas caminas,

Y su luz plateada

Brilla todos los días

De mi loca vida,

Ilumina las blancas enaguas

Bajo el vestido de lunares 

De las infatigables danzarinas,

Cante y baile por bulerías 

Suenan por esos rincones

En un frenesí incesante

Que aplaca la negrura de la noche

Dando color a tus labios

Cuando sonríes a la luna.

Esas calles con olor a vino,

Perfume de mi pueblo

Esperando al nuevo día,

Encendidas las farolas,

Se renueva la felicidad

Oyendo extasiado ese canto

Que desgarra la noche

Con un místico halo

Entre la vida y la muerte

Antes que amanezca

Un día bello y radiante,

Así eres tú, tan frágil 

Como esa guitarra que suena,

Tan fuerte como las cadenas

Que arrastran los penitentes

Cumpliendo su promesa

En la madrugá que despierta.


SILVER ©



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