Cuando alcé la vista
Y se encontraron las miradas
De nuestros ojos por un breve
E intenso instante,
Sentí tu fuerte respiración
Cómo una tierna caricia,
Sucedió sin más, sin esperarlo,
En una noche fría y clara
En la cual no faltó la luna.
Alumbrando las estrellas
Cada pliegue de tu cara,
Encendiste un sentimiento
Anteriormente escondido,
Quizás estuviese muerto,
No existía, o simplemente
Estaba ido o perdido,
Se fué fraguando
Cómo se hace el duro acero,
La fragua fue tu sonrisa
Y mi corazón la llama.
Fue en un mes de noviembre,
Y aunque tan diferentes
Cómo sol y luna,
Tu piel canela, tu sonrisa
Encendió mi alma
Y serán siempre mi eterna
Y dulce condena,
Quizás no seamos nada
O seamos un todo,
Pero siempre sabrás
Que en mis adentros y
Y aunque sea para
Toda una eternidad
Son tus ecos que resonarán
En todos mis recovecos.
Así la vida no me premie
Con esa total dicha,
Así la luna se vuelva transparente
O el hoy se quede congelado,
Que mi cuerpo caliente se enfríe
En el tiempo y en el espacio,
Que con tu soplo,
Con un beso volverá
A ser de nuevo renacido
Y de tu magia tomó vida
Mi cuerpo, mi alma,
No es por mañana,
Ni tan siquiera por el hoy,
Son por todos los días
Que haces que sean
San Valentín.
SILVER ©
No hay comentarios:
Publicar un comentario