miércoles, 10 de junio de 2020

Aquí sigo


Aquí sigo, aquí estoy,
Aunque recién llego
He estado siempre,
Después de haber caminado
Por los hondos senderos
De esta larga vida,
Y el mundo haya oído
Ese aullido terco
De ese lobo que en mi mismo,
Como en una jaula encerrado
Por la noche a la luna aúlla.
Después de mil amaneceres
Para seguir en esta guerra
Cantando a un imposible,
Busco ahora mil rutas
Para acercarme a tu cuerpo,
Sin sombras ni espacios
Rezando siempre callado
Y como un niño perdido
Desolado entre brumas
En la noche pienso
En tu tierno abrazo.
Mirando a lo alto,
Al azul del cielo
Recito de mi plegaria
Que emerge sin respuesta,
Nombro cada letra de tu nombre
Perpetuando tu recuerdo,
Entono un cántico que resuene
Entre estas paredes vacías
De ese cuarto vacío
Que se esconde en mi pecho,
Ni los dioses mágicos
Mitigan estás soledades
Que se clavan incipientes
Cómo dardos envenenados,
Cómo lanzas en mi vientre.
En tus manos mi libertad,
En tu pecho mi alegría,
Y ahora pido clemencia
Aunque sé que el viento
Sordo se manifiesta,
No eleva mis plegarias al cielo,
No te las llevas
Como un suave susurro
Ni el mar con su murmullo,
Quizás sea hora de la partida
Y encontrar nuevos dioses
Que lleven hacia ti mi rezo
Cuando al caer la tarde
Se apiaden de mí alma
Y con los brazos extendidos
Me abracen en la noche
Que irremediablemente se avecina.

SILVER©

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