martes, 2 de junio de 2020

Noche abierta


Noche abierta que denota
Esa sutil presencia
Dando paso a la luz,
Las palabras que nacen
Cómo cántico de un ruiseñor
A la inminente luna
Posado en la rama
Mas alta de un arbol
Donde de la oscuridad se cobija.
Luz que ofrece claridad
Alzándose en el horizonte
Espacio inmenso y argentado
Que besa la playa con su reflejo,
Me vuelvo viajero
Ayer solitario, hoy peregrino
Atrás dejo la primavera
Con su calido aliento
Que empuja mi alma
A ser errante de nuevo.
Quizás no vuelva a ver
Ese dulce rostro
Que baña mi vida,
La eterna es la luna,
Sus ojos que centellean
Aunque no lo confiese,
Me miran cuando cree
Que yo no la miro,
Se extiende el canto
Del ruiseñor al Plenilunio
Y su eco se multiplica en la noche
E inmóvil a su amada espera
Guardando su nido.
Ya no queda esa armonía
Y la bella Selene
A Endimion seguirá amando,
Quizás sea castigo de dioses
O Atenea madura en el Olimpo
Su eterna venganza.
Tendré que pedir al ruiseñor
Que le cante una bella melodía
Que sea benévola
En el momento que yo le implore
Al oído el perdón,
Y me haga digno de sus favores
En una vibración suave
Con una leve sonrisa
De noches claras,
Haciendo mágico el mundo,
De estrelladas noches de verano.
Aguas profundas y calidas
De ese mar sereno de tus ojos,
Penetro en ellos para mirarte
Y vislumbrar el fondo,
Tacto de terciopelo, de seda
de la piel rosa de tus labios,
Cobijo de la alondra,
Savia de los lirios,
Despertar de mis sentimientos,
Palpitante y tentadora,
La caricia que se impregna
En mi alma con el aroma
Intenso del espliego
Del azahar y la canela.

SILVER©

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