viernes, 12 de junio de 2020

Tú manos ayer inalcanzables


Tus manos ayer inalcanzables
Fruta prohibida tus labios,
En tu boca callada
Que nace la sonrisa
En un suspiro que brota
De tu alma llena,
La mirada perdida
U la cama vacía.
Consiento ese silencio
Que cada día resuena en mis sienes,
Dividiendo corazón y alma
Cómo si amar no supieran,
Pero callado mitiga el fuego
Dejando las candentes cenizas
Que requiere solo una caricia
Para volver a encenderse.
No concibo estas horas
Vacías sin luz, cómo gorrión
Extraviado que perdió su vuelo
En las frias tardes de invierno
Dejando sus diminutas
Huellas en la tierra.
Dejaré la silente noche
Cuya oscuridad deja
Una cicatriz en el cielo,
En esa superficie en calma
Una estrella que cruza
Allí arriba en el firmamento,
Seguiré caminando
Por ese sendero oscuro
Que no tiene termino,
Quizás sea hora de soltar lastre,
Andar nuevos caminos,
Buscar nuevas razones
Que requiera mi vida.
Será un primer paso,
De dar, el más difícil,
Que un nuevo bosque me invite
A cruzarlo, penetrarlo,
Y descubrir que siempre
Mientras sigo caminando,
Hayar un nuevo claro
Donde arriba la luna
Ilumine mis noches y mis días,
Las lágrimas limpian el alma
Y gritar a los cuatro vientos
Sanan viejas heridas,
Reír ante la adversidad
Y expresar los sentimientos
Como si hoy fuese
El último día de esta vida
Y que el tiempo sea mero testigo
De mi caminar hacia tus orillas.

SILVER©

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