sábado, 22 de agosto de 2020

En la orilla


Sentado en la orilla
En este atardecer de verano,
El cielo rivaliza frente al océano
Con su azul oscuro
Que se refleja en tus ojos
Y perdidos en la lejanía
Absorbe el atardecer
Dónde confluyen tierra y mar,
Las primeras gaviotas se acercan
Hambrientas buscando el pan
Que con tu mano les ofreces
Antes de que la noche
Se adueñe de la playa
Y en la lejanía se esconda
Hundiéndose en los abismos
De ese ancho mar.
Déjame escribir sobre ti,
O sobre mi, que es lo mismo,
De ese atardecer que forma parte
De un todo, de nosotros,
Que el silencio se escapa
Cómo la tinta que al escribir
Se convierte en letras
Y el papel la bebe sediento
Cómo perdido en un desierto
Esperando sin fuerzas un oasis
Para poder sobrevivir.
Iremos haciendo senderos
Entre las olas que rebeldes
Humedecen tus pies desnudos
Que ligeras juega con ellos,
El llanto de la luna celosa
Moja tu pelo con sus lágrimas
Y ese aroma de la noche
Besa suavemente tu cara.
Desciende la fresca brisa
De la cercana sierra
Que se mezcla con las partículas
De la sal que van subiendo
Creando un aura alrededor de la luna
Y como en un aquelarre
Entre la noche y el día
El sol en el poniente
Dora las olas como llamas
Y bailan con su murmullo las gaviotas
En lo alto en un frenesí de olas.
La brisa desciende y déjame decirte
Que mis pensamientos como cometas
Vuelan alrededor de mi pluma
Para expresarlas sin demora
Cómo la firme convicción
Que te llegarán en la noche
Escribiendo cada atardecer
Viendo emerger mis letras,
Para que así en la alborada
En la vibración de mi alma
Expresadas sin más dilación
En la tierna semi oscuridad
Que me regala la tarde
Que inexorablemente se escapa

SILVER ©

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