lunes, 17 de agosto de 2020

La noche sumisa


Se desliza el aire suavemente
En la pronta noche que sumisa
Se va acercando sin pudor
Revestida de negro y lentejuelas
Que brillan en la hondura del espacio,
Mujer de intensa mirada
Que constantemente me cubre
Cuando el sol pintado
De intenso color naranja
Se escapa hacia el horizonte.
Traspaso la negrura y a tientas
Busco tus ojos de palpitante
Y siempre dulce mirada
Que bordean el alma
Cómo aura de luz dorada,
En el mismo reverso de la noche
Ahuyentando los malos presagios
Plasmandolas en un poema
Que de las tristezas me salvan
Estas desnudas y sentidas sílabas
Que transparentes se expresan
Entre las líneas del viento
Que tímido besa tu cara,
Consciente que son mis dedos
Mi pluma que tiemblan
Cuando estallan con la tinta negra
En la cima de ese paisaje
Que cada noche te reclama.
No busco la pureza de unas rimas
Para cada día expresar
El murmullo de las olas
Que feliz te hacen cuando te besan
La desnudez de tu morena piel,
Creando la simbiosis perfecta,
El mar y tú, tú y el mar,
Que a veces te quiere, otras te ignora
Pero siempre te besa
Cuando a el te acercas
Y surge la inspiración de mis letras.
A veces las palabras no bastan,
Es el sueño con intenso silencio
Que construyo día a día,
Letra a letra, que siendo mío
Rompe la tarde cuando oscurece
Y nace la magia entre mis paredes
Haciendo eterno el momento
Cuando del horizonte
La dama blanca nace.
No soy más que un mero trovador
Que toma la magia de tu risa
Esparciendo por doquier
Incansablemente tu alegría
A pesar de las penas
Que a tu corazón causan
Los desvaríos de esta vida,
Sostendré tu limpia alma
Mientras mis manos puedan
Y en mi pecho el mio lata.

SILVER ©

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