Busco

 

Busco entre la gente tus ojos

Que me recuerdan grandes

Y profundos lagos,

Emanando paz en tu mirada,

Ascuas encendidas

Cuando el sol en ellos se refleja.

La noche se acerca por poniente,

Se oscurece el cielo,

Esa sed que aún llevo

Que solo puede saciar tus besos

En esta noche inminente.

Son tus ojos mis simientes

Desde donde emerjo

Cómo la esperanza verde  y transparente,

Hojas de las rosas que embellecen

Sus ramas cuando nacen

Siendo la dueña de mis silencios,

Dueña de un corazón

Que un día fue dañado.

Quietos se quedan los colores

Cuando los rayos de sol

Se reflejan en las nubes blancas,

Pero falta el amarillo oro

En esa paleta multicolor

Que se refleja en tu alma 

Dando a la vida nuevos sueños.

Brillan tus luces en ella

Cuando despierta enmudece el alba,

Nunca serás más hermosa 

Ni a mis ojos más deseada

Que cuando me miras,

Desafio hasta las madrugadas

Para contemplar tu cuerpo

Entre mis sábanas blancas.

Tu pelo suave como la seda,

Sobre tus hombros desnudos

Cae el peso del universo,

Cómo diosa que soporta

La inclemencia de los tiempos,

Mujer que habitas

En los corazones tiernos

Tienes la vida en tus manos,

La fuerza de un corazón sincero.

Elixir dorado como brebaje de amor,

Son tus labios rojos

Que me invitan a besarlos,

A pesar de la distancia

A pesar de los elementos,

A pesar del mismo infierno,

Ese que al roce de tu mano

Se crea en mi, muy adentro

Arrebatándome en la noche mi sueño,

En interminables horas de desvelo.

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