sábado, 24 de julio de 2021

La belleza del corazón

 

No existe más belleza 

Que la que se lleva en el alma

Y lo que se contempla 

En su cristalina esencia,

Que tiembla en el latir

De un corazón solicito,

Cobrando vida el sentido

Bajo los rayos de la luna

En la noche oscura,

Cobra vida en los versos 

Que salen de mi pluma.

Esas tardes que de nuevo

Visten de color las calles

Entregando los sueños

En ese universo que nace

Centelleante en el horizonte

Expandiéndose el azul del cielo.

El solitario viento gime,

Se arremolina en torno mio

En esa vereda verde

Con sus ardorosos anhelos,

Vigor que mi visión nubla

Haciendo caer lágrimas de mis ojos

Con sus ráfagas de aire,

Turbando mis pensamientos.

Riza el agua del arroyo

Que canta a mi paso

Apartando las piedras

Bajo mis pies descalzos

Tonifica mi alma su agua fría.

La plenitud del día avanza

Hacia ese atardecer deseado,

Ese ansiado momento

Entre la noche y el día,

Cuando decae la tarde

En la fugaz huida,

De los pájaros hacia sus nidos.

Aire que calma la inminente

Y oscura noche

Entre los viñedos que reclaman

Su pronta vendimia

En ese sentir del alma

Cuando se cortan los racimos de uvas.

Quieto queda en una pausa

De agradable silencio

Que agradece mi mente

Mis ojos y mi cuerpo,

En ese íntimo sentir

De los sentidos y del alma.

Cae la tarde, se acerca la noche

En el encuentro gozoso y breve

Del sol y la luna

Que ebrios de amor

Entierran profundamente sus deseos,

Huele la noche, se escapa el día,

A nuevos y deseados sueños.

Luna, de ti hablo,

Hija de la tarde misteriosa

Entre las tenues luces

Que se van disipando

Entre el pasado y el presente,

Se reaniman los corazones

De los viejos amantes

Y yo aunque ausente

Te tengo presente.


SILVER ©

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