domingo, 4 de julio de 2021

Haré un techo de flores

 

Haré un techo de flores

Que llene de fresca sombra

Esos rincones olvidados,

Un banco donde te sientes

Y el canto del mirlo oigas

Mientras yo te mando

Un largo y sentido suspiro.

Beberé en la copa de tus labios

El dulce vino que embriaga,

Cada poro de tu piel

Teclas para interpretar

La más suave melodía,

La noche nos arrojará

Y nos traerá la suave brisa

El perfume de las flores

En esa dulce quietud campestre,

Y el canto de los pájaros

Despierta el olor de la naturaleza

Entregando todo en una noche

Por la provocadora sonrisa 

De tu sensual boca.

Curvatura de silencios y ausencias,

Rastro que dejas en mis manos

Adornándolas de plata y seda,

Aguas que arrastran el olvido

Nadando con dulzura hacia el mar

Mirando al cielo,

Escudriñando las estrellas

Penetrando como fiel amante

Sus azules olas de verano

Tiñendo de añil sus riberas

Dónde los sueños se refugian

Cuando acaba la noche.

¿Donde irán todos mis anhelos,

Esos besos no dados en la oscuridad

De ese inmenso universo?

Quizás los recoge la blanca luna

Para que no se pierdan

Entre el caos y el olvido

Cruzando entre los naranjos

Sus rayos en esta noche que asoma 

Quedo mirando tus ojos

Dónde se refleja la luna

Bañando tu cuerpo de plata

Sus olores y matices evocan

Las hadas y fauno despertando mi alma.

Seres mágicos de la noche

Bajo ese cielo azul que hace recordarte

Tan lejos, como tan cerca

Y al unísono convierten en alegría

Las tristezas de tan larga jornada,

Esos instantes sin palabras expresadas

En esa íntima entrega

Cómo orquídea enamorada.


SILVER ©


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