martes, 18 de diciembre de 2018

Navidad


La luna creciente platea
Mi ciudad mientras camino
El cielo la abraza
Entre su negrura
Mientras se adornan
Y el duende de la Navidad se aproxima
Y lentamente se adueña
De sus iluminadas calles.
Son horas de silencio
Que todo lo llena mientras paseo,
Mi mente se escapa
Y sueña con el amor que guardo,
Son horas de suave terciopelo
Que cubre en infinito cielo,
Ilusiones que florecen
En la pupilas de los niños.
Observo callado en mi deambular
Por esas iluminadas calles,
Golpean los recuerdos en mi pecho
Que se perdieron en la oscuridad
Del mismo tiempo,
Horas que hieren como dagas
Y aunque me salve ese hilo de plata,
Que vida sin ser vivida muere,
Caminos que me ofrece
Y la convierte en mi poesía.
Cánticos olvidados
Que se renuevan al paso de los días,
En esas calles se me presentan
Viejos fantasmas
Que mi pecho hielan
Y deshacen mi alma.
Encendidas las luces
Cómo viejas lámparas,
Me obligan a mirar
En pensar en esos rincones
Ya olvidados y enterrados,
En esos momentos que con infinita tristeza
Vuelven a mis ojos
En forma de lágrimas.
Y yo te pienso luna,
Te contemplo en lo alto,
Yo te pienso luna,
Porque pensándote se me va la tristeza
Y me devuelves a la vida.

SILVER

No hay comentarios:

Publicar un comentario