Dulce noche en la que oí
Tu voz por vez primera,
Tu cabellera cayendo
Por tus hombros desnudos,
Reconozco que me impacto
El donaire de tu caminar
Por esas callejuelas,
Rompiste el silencio con tus pasos
Tú perfume llenó el momento
En qué mis ojos hacia ti
Y en como un espejismo
En silencio te miraron.
Rompiste la oscuridad con tu luz
Y como un espejismo
Te acercaste a mi vera,
Y con el plenilunio avanzas
Con la lentitud de una diosa
Y desde entonces cambió la vida.
Te veo avanzar como en sueños
Del cual no quiero despertar,
Quizás fué el destino
El embrujo de esas horas,
O que la luna se confabuló
Para hacer la noche eterna.
La cadencia de tus pies
Que embellecen el asfalto
Y con tus pasos la noche resabia,
Palabras vivas las que escribo,
Legado de mi pluma
Volviéndose infinita.
Quiera la brisa marina
Pronto te regrese,
Sin más muros
Que la ropa puesta,
Persite en mi memoria
En mi corazón a fuego,
Quizás seas un sueño
Aún así tu figura
En el candor de ese primer
Y dulce beso
En mi alma a resguardo
Por siempre quedó.
SILVER ©
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