Volaré cuando llegue la madrugada
En ese vasto cielo,
Que mi alma flote
En ese mar que se derrama
Hacía el eterno poniente,
En ese vacío espacio
Que en ofrenda de luz
Hago a la luna clara.
Esa redonda simetría
Que se mantiene en equilibrio
En las alturas ascendiendo
Y enciende mi ventana
Con su claridad eterna
De su imagen cautiva
Y como la brisa recorre
Mi corazón en cada latido.
Penetro en la magnitud
De ese universal cielo
Y trepando al infinito
Te acaricio cada noche,
Esclavo de tu dulzura
Mis dedos reclaman
Una vez más mi pluma.
Apagando las voces
Mis alas silenciosas
En el descanso de tu vuelo
Te envuelven mientras duermes.
En lo eterno de la noche
Apago las luces de las estrellas
Mientras yaces
Entre blancas sabanas,
Contemplandote mis ojos
En los suspiros de mi pecho,
Brilla la luna en el camino
Hacía los tinteantes luceros,
Y el susurrante sonido del viento
Te canta con la complicidad
De las vaporosas nubes.
Volaré cuando llegue
La nueva alborada,
En esa calma radiante
Cuando el sol asoma
Trazando la claridad
En la línea del horizonte.
SILVER ©
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