martes, 14 de septiembre de 2021

Velas encendidas

 

Enciendo unas velas para las ausencias,

Tras las ventanas se oye el viento

Que suena como mi propia voz

Convertida en la tormenta

Que la lluvia en mi causa,

Que amenaza el cielo

Cómo las lágrimas que un día

En los tuyos mis ojos vieron.

¡Diablos!

Caen las gotas de lluvia

Cómo resplandecientes perlas,

Huele a tierra mojada,

Oigo el sonido de las pisadas

De las gentes apresuradas

Para entrar en los portales

Y resguardarse del agua.

Noche que duele la lejanía

Sujeta en el preludio de la tormenta

Que hace versos en tu belleza,

Oscureciendo mi habitación

Tan solo alumbrada 

Por la luz tenue de las velas.

Encenderé esas velas,

!llueve y llueve!

Escapando el estío a cada gota,

Abriéndo las puertas al otoño

Ocultando la luna creciente

Que anoche contemplamos

Entre las calles vacías.

Los árboles desnudan sus ramas,

La lluvia golpea los cristales

Haciendo más negra la noche,

Más largas las madrugadas

Haciendo del silencio un grito

Agitando los abismos del alma.

Llueve, llora el cielo,

La tierra acoge sus lágrimas,

Se empapa de su humedad,

Hacen brillar los adoquines

Que nuestros pies pisaron

En la noche callada.

Encenderé esas velas

En esta noche gris y oscura 

Cuando se acaba el verano,

Alejándose la luna pálida

Después de mostrar 

Su iluminada cara

Abandonando su lugar en el cielo,

Disfrutaré de la llovizna

Que cae con desgana,

Perlas de vida que la tierra humedece,

Enciendo esas velas

Cuyas llamas oscilan

Sin nuestra respiración cercana,

Alumbran las almas, los sueños

De dónde no quiero escapar

Cuando en la pared

Como sombras chinas

Se dibuja tu figura.


SILVER©



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