Pones tu nombre al sentimiento
Alas que en la sangre
Persevera inevitablemente,
Encuentra el camino
Hacia tus doradas orillas
Mi corazón latente
En noches de blues,
Embrujado, llenándome
De tus risas y de tu música.
A la luz de una vela mortecina
Que cuenta al mundo
Anidando en el horizonte,
Llenando mi copa
De tu alma en silencio
Con aromas de rosas,
Me acaricia la garganta
El líquido en un viaje largo
A mi pecho, que embriaga
Despertando mis sentidos.
Cierro los ojos,
Me envuelve la melodía
Que acaricia mi cuerpo,
Escucho los lamentos rítmicos
De una voz dulce y profunda
Contemplando tu serena luz,
Tu espíritu, tu esencia,
Siendo el espejo de tu mirada,
Esta noche siento de nuevo
El ritmo del blues
Que acompansa tu nombre.
Pones la alegría
Al sentimiento contenido
En esas ausencias cuando el sol
Se va ocultando en la lejanía,
Cuando en el silencio
Me embriaga con el perfume
De tu cuerpo en la quietud
Tardía cuando anochece,
Y quieto quedo ante tus ojos
Cuando en ellos se refleja la luna,
Suena en una guitarra
Con la ronca voz del blues
Esa luna hoy creciente,
En su regreso plateará
El oscuro del cielo
Para que le pongas color
Al viento que no sólo es aire,
Es el mensajero que me trae
El recuerdo entre las calles
Expresando entre murmullos
Tu nombre en sus rincones,
Brisa que refresca la noche
Cómo una vieja canción de blues
Con la letra de estos íntimos
Versos que huelen a te quieros,
Aferrándose súbitamente
Al resplandor cuando
Se va acabando el día.
SILVER ©
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