Salgo a mi ventana
Cuando las nubes toman
Un tono oscuro,
Después de este día
De este recién empezado
Frío y húmedo invierno,
Cantando al atardecer
Una vieja habanera
Resuena en el cristal
Dibujando lágrimas
En la tarde que se escapa,
A solas contemplo extasiado
Esas oscuras nubes,
Como oscuro algodón
Y cae la triste lluvia
Que tan solo la mitiga
Por la fresa de tu boca
Y el candor de tu mirada,
Conservándolo en mi retina
Mirando detrás de la cortina,
Dulce ilusión que emana
Desojando una eterna Margarita.
Brillante luz cegadora
Es el sol de poniente
Apagado sin demora
Y se oculta tras tu figura
Recortando la luz
Engrandeciendo tu aura
Ocultándose a tu espalda.
Rebelde, desciende a su morada,
La luna creciente,
Asoma tímida,
Y con el astro rey
En el cielo se cruza,
Se mantienen las brumas
Y las perennes nubes
Escondidas en la noche
Que tiemblan cuando resuena
Tus pasos tras mi puerta.
Las estrellas tiritan
En el azul oscuro
Guiñando esquivas
Al fulgor de la luna,
Jugando al escondite
Con las gotas de lluvia,
Quién, en el abismo se aleja,
Disipando las nubes
Que se volvieron blancas,
Fundiéndose en la oscuridad
Ocultos en el horizonte,
Esperando a que de nuevo
Tu sonrisa despierte las aves
Y les cante a la alborada.
SILVER ©
No hay comentarios:
Publicar un comentario