lunes, 18 de febrero de 2019

Embrujo


Dejamos caer la noche
Cómo abismos oscuros,
Cuando pasa el silencio
Y las palabras caen en el olvido.
Lentamente rompe la oscuridad
Cómo las olas del mar
Frente a un acantilado majestuoso
Que se erguido, desafiante,
Ante sus implacables embestidas.
Cae la noche cuando el aire
Quieto se queda
Y la vida se enfunda
En su traje oscuro
Adueñándose de los rincones
En una tenebrosa danza.
Escribo con la luz mortecina
De unas velas desfigurando
Mi sombra contra la pared,
Anochece en las calles
Y el cante se oye en los tabancos
Embrujando la luna
Cuando nace en el horizonte.
El sonido de una guitarra
Rompe en la lejanía,
La luna se ruboriza
Y su luz plateada
Ilumina las blancas enaguas
Bajo el vestido de lunares
De las infatigables bailaoras.
Cante y baile por bulerías en Santiago
En un frenesí incesante
Que aplaca la negrura de la noche
Dando color y vida
Con esas calles con olor a vino,
Perfume de mi pueblo
Esperando al nuevo día.
Se encienden las farolas,
Se renueva la felicidad
Oyendo extasiado ese canto
Que desgarra la noche
En un místico halo
Entre la vida y la muerte,
Antes que amanezca
Un día bello y radiante.

SILVER

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