martes, 25 de junio de 2019

Enciendo silencios.


Encendí el silencio y apagué
El ruido para escuchar
La melodía de una vida
Con los oídos del alma
Creciendo por momentos,
Opté por esperar
En los instantes callados,
Por cerrar los ojos para pensar
En aquellas noches
De llena luna,
Aún hoy los mantengo cerrados
Con el recuerdo de esos últimos
Y bellos instantes,
Y aunque me quedé impasible
El fuego crece por dentro.
Mis poemas nunca
Quedaran huérfanos
Mientras te escriba,
No habrá último verso,
Ni se acabará la negra
Tinta de mi inagotable pluma,
Anochece, mis ganas
Se rebelan de nuevo
Y mi fertil imaginación
Pensándote vuelve a la vida.
Memoricé cada centímetro
De tu piel, de tu cara
En esa habitación que queda
Semi vacía, casi desierta,
Donde aún percibo tu perfume
Y oigo el eco de tu voz
Por los rincones de mi casa.
Atrás quedó ese adiós,
El amarillo dorado
Del sol resplandece
Cuando se cruza con la luna,
En este silencio que encendí
Extendiendo su calma
Muy adentro en mi razón
Enmedio de la oscuridad,
Lejos queda todo lo superfluo
En este silencio encendido
Cómo fuego que todo lo quema
Devorando mis entrañas,
Dibujando mis poesías
Ensanchando mi alma
Cuando cierro mis ojos,
Encendido mi corazón
Enciendo la vida.

SILVER©

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