Siempre amanece en los rincones
Aunque ocultos queden
De las miradas donde seguirán
Creciendo las rosas
Al resguardo del viento
Con sus raíces clavadas
En la fría y húmeda tierra,
A pesar de las temibles
Y terribles tormentas,
Aunque la nieve borre
Los caminos brillarán al sol
Después del deshielo.
Sabes recomponer los pedazos
De mi corazon maltrecho
Pero hoy déjame que sea yo
Quien poble tu alma
De senderos rebosantes de flores,
Acuérdate del astro
Que con calor te alumbra,
No es ese que está en lo alto,
Ese que tú y yo sabemos,
El que acompaña a la luna
Aún cuando se oculta
Entre las blancas nubes.
Mi pensamiento persigue
El sonido de tu voz
A lo lejos, en el ocaso
Deambulo sin rumbo,
Mis páginas quedarán muertas
Cómo las hojas de un árbol
Que caen envejecidas
De colores ocres y amarillos,
Rojos y marrones,
Dejando huérfanas sus ramas
Si no las lees cada noche.
Sombra soy de tus labios,
Mi soledad se desvanece
Con pronunciar en voz alta
Las sílabas de tu nombre,
Que persistirá en mi memoria
Aunque alguien me la borre,
Aquí estaré, en este lugar exacto,
Donde dejo mi vocablo escrito
Mirando de frente al silencio
Que lentamente abre senda
Para que tu hagas camino.
SILVER ©
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