jueves, 4 de febrero de 2021

Tus alas, las mías.

 

Esa verdad se renueva

Y no detiene su paso,

El sentimiento hecho fuego

Y la fuerza de mis ganas

Impulsa la esperanza

Cómo paloma que se escapa

Después de dejar su agónica prisión.

Nido que te acoge

Haciéndolo más grande

Si cabe con toda calma,

Árida era la tierra que abandonó

Y la llovizna no puede mojarla

Ni la tormenta turba su calma,

Haciendo su casa 

En la bóveda de mi corazón.

Mi voz ya no se quebranta 

En llantos ni mis ojos

Se apagan en la oscuridad,

Este silencio me turba,

Esclavo de tu boca,

Olvidando ese pasado

En un febrero que de mi se aleja.

Fui indigente en infinita espera,

Y con el mismo tiempo

Viejas heridas se fueron

Poco a poco cerrando,

Feliz soy en tu libertad

Cuando vuela tu alma

Triste se haría el camino 

Triste sería el caminar,

Peor es verse vivo

En un trance prolongado

Sin compartir tu destino.

No huye no, es libertad

De decidir su vuelo,

Se queda en ese nido

De la bóveda de mi corazón,

Agotándose la saliva amarga

Y aunque perpetúa 

Se pueda hacer la lucha,

Indefinita es la espera,

Infinitos se hicieron los cielos

Cuando contemplé 

Tus brillantes Ojos 

Por esa vez primera.

Persistiendo en mi penitencia

Me arranqué las alas

Para que volarás en lo más alto,

Y por injusta que sea la vida,

Allí donde estés, tus alas,

De mi amor serán tus plumas

Y la bóveda de mi corazón

Será siempre tu nido.


SILVER ©



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