Si mis pensamientos fuesen
Mariposas, y mi amor flores,
Mi alma sería la tierra
Que los abone en la fragilidad
De las horas donde
El tiempo transcurre
Hacia la oscura noche,
Te contemplo entrecerrando los ojos,
Se forma entre mis manos
Deslizándose desde mi pecho
Las orillas de tu cuerpo.
Se esfuman los paisajes,
Las nostalgias se disipan
Cuando cae la tarde
Ondulandose como las olas
Cuando sopla el viento,
Se transforman los días en noches
Elevándose hacia la luna
En el negro cielo.
Cada tarde en un trozo
De papel escribo resaltando
Las letras que nerviosas
Fluyen a través de mi pluma,
Reviviendo tu nombre
En cada palabra escrita.
Languidecen de nuevo las horas
En la espera de que fluya
La inspiración escondida,
A ti mi cómplice, mi amiga,
Tan mías, tan tuyas,
Todas las noches y sus días,
Que como agua pura,
Manantial que surge
Desde lo más hondo de mi pecho
Tiendo mis dedos
Y aún cansados toman
Mi pluma que cobra vida,
Tan solo en unos minutos
Es libre de expresar,
Ser un respiro liberador
Que renace cada tarde
Tratando de mitigar
Las tristezas que atenazan
Tu alma impoluta
Derramando las suaves
Caricias de las lágrimas
Para borrar malos recuerdos,
Arrancando tus sonrisas
Aquí seguiré cada tarde
Con mis locos deseos
Que apartan las noches tristes,
Despejando las sombras
De todos los malos sueños,
Defendiendote de la vida.
Es tiempo de música,
Oyendo un largo vals
Que la brisa desparrama
En cada soplo de su aliento,
Es la hora del amor,
De los verdaderos sentimientos,
Cada noche esparcidos
A través de mi pluma.
SILVER ©
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