Ese último verano

Quedan lejos los dulces
Amaneceres de la primavera,
Cuando el sol salía entre los montes
Y coloreaba las nubes
De naranjas y rosas,
Y yo encadenaba mis poemas
A ese sol de primavera
Para que a ti te llegarán,
Descalza, tu alma desnuda,
Esa presencia que emerge
Para regocijo de mi mirada
Erizando mi piel,
Ese efecto que sobre mi
Cuando de la primavera vestida
Me voy llenando de ti.
Me abandono en tu enmarañado pelo
Que me arrastra con dulzura
Hacia tu mar de seda,
En aquel último baño del verano,
Ese último sol,
Que tu cuerpo doró,
Me aferro al tiempo,
A aquella noche de la última copa
En este otoño altivo e impune
Que inexorable nuestras calles moja
Mientras esculpo con palabras
Esa argenta luna
Que son causa de mis versos.
El recuerdo hecho instantes
En esa delgada línea
Entre lo cuerdo y la locura,
Esa infinita juventud de tu alma
Que se enreda entre mis dedos
Cuando escribo.
Esa luz plateada de la luna,
Esa redonda compañía
En el Interior de mi pecho,
Mirando al infinito cielo,
Ese pequeño paraíso
Donde mi inspiración nace.

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