miércoles, 2 de octubre de 2019

No más tristezas


No hay que derramar lágrimas
Porque sabrás que son amargas,
Causar penas sin necesidad
Es como quitarle a una mariposa
En pleno vuelo sus alas.
Sería una primavera sin brisa,
Secar sus flores no nacidas,
Sin jazmines ni rosas
Hacen triste la vida,
Aunque la poesía te diga
Que las lágrimas son bellas
Y embellecen tu cara,
Si no son de alegría
Es hiel que contamina tu alma.
Es obligación de tomarte la mano
Con la serena quietud
Para que nada se vuelva
Triste, oscuro y amargo,
Llenar esos huecos vacíos
De luz, de día, de un arcoiris
Después de una tormenta.
Aunque tu día se haga de noche,
Mira siempre a lo alto,
Miles de estrellas te contemplan,
La luna alumbrará tu camino
Bajo ese inmenso cielo
Te llevará siempre de la mano,
Si por algún momento
Creyeras en mis palabras
Y estas letras no te fueran indiferentes
La vida cobraría más sentido
De quién por ti daría la vida,
Sin esas lágrimas amargas
Por ti hoy vertidas.
Mañana volverá a amanecer,
Volverá a brillar tu mirada,
Que no se mueran tus sueños
Y permanezcan tus tiernas sensaciones.
Eres tú y tu juventud,
Las que pierden con tus lágrimas,
Que nadie ni nada te la robe,
Que nadie marchite ese corazón
Que florece cada mañana.
Hay que derramar alegrías,
Que las esparza el viento,
Que se inunden nuestros corazones,
Éxtasis convulso que se derrama
En nuestras vidas y cerrando
Los ojos, vibrando en las ganas
Que se sumergen en el mar
Donde en la profundidad habita
El puro reflejo de la dicha,
Puro reflejo el de tu mirada.
Que germine la siembra
El surco abonado
Tornándose fecunda la tierra,
De la felicidad sembrada.
No más lágrimas quebradas,
Yermas como campo sin simientes,
Yo seré el labriego que labre
Esa tierra descuidada por el tiempo,
Para que de nuevo florezca
Con la simiente que el amor
Como un torrente riega.

SILVER©

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