domingo, 12 de julio de 2020

Tú piel


Y el convirtió su piel
En el más suave lienzo
Donde pintar poesías,
Un eterno arcoiris en su vientre
Y miles de estrellas en su pelo.
Entonces comprendí;
No habrá olvido
Sin su mar ni su puerto,
Mientras oiga su voz
Y sienta su aliento, su presencia
Esa paz que me da
Aún cuando no duermo
En lo tierno de su mirada,
Gestos que pasan desapercibidos
Que para mí son como el perfume
De esas rosas rojas
Que erizan mi piel
Cada vez que las huelo,
Efectos que causa y me inquieta
Y me desarma vehemente
Cada vez que se cruzan las miradas.
Y pintaré sus sonrisas
En cada letra que escriba,
Un eterna luna en su frente,
Hadas revoloteando a su espalda
Y un inmenso sol en su pecho
Mientras lee mis versos,
¿Que no pintaría yo?
La pluma que escribe
Glorificando los cielos,
Que dejé las mañanas
Con el olor a caliente café,
El sabor de mis momentos.
Pintaré la noche en sus ojos,
Ojos profundos... profundos
Cómo el cielo cuando la noche cae
Con centelleantes luciérnagas
En ese inmenso firmamento
Dando brillo a los sueños.
Pintaré el perfume de su cuerpo,
En cada pincelada un matiz nuevo
Silencios dónde se balancean
Las hojas palpitantes de mi memoria,
Pintaré caricias y risas,
Bromas entre las sábanas
Acariciando su pecho,
Miles de besos en su piel
Cuando en el amanecer
Pinte el sol en el cielo
Apagando las estrellas
Y la luna se recuesta en su seno,
En esa realidad entre mis fantasías
Se esconde ese lugar
Donde permanecen mis añoranzas,
En mis alegrías, en ese rincón
Donde las noches son mágicas
Coloreando mis días tu mirada,
Cuando pinto a escondidas
En tu piel todos mis anhelos.

SILVER©

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