Esquivas son las hadas,
Que con su rastro de luz
En la oscuridad centellean,
Con sus alas batiendo
Cómo mariposas en primavera,
Compitiendo con el tintineo
De las estrellas,
Cómo gemas lanzadas al cielo.
Y así eres tú
Mi hada dulce y linda,
Aunque mis letras
No te hagan justicia,
Cómo cauta doncella
Sonríes y bailas
Al son de mi rima,
Letras que sé
Son de tu estima.
Hada de mis versos,
Musa de mi pluma,
Con tu candida sonrisa
Hasta al crepúsculo inspiras
Los más tiernos sentimientos,
Luz de tus ojos
Que me trae la brisa.
Hada, mujer
Que persistes en mi memoria,
Sintiendo miedo
De sí misma
Gira eterna en mi cabeza
Cómo una luminosa noria.
Y mis palabras vuelan
Despacio a tu oído,
Cómo si fueran las últimas
Que se queden,
Se quedan en tu esencia,
En tu corazón
Cómo duende alado
Revoloteando con las hadas.
Y me quedaré
Debajo de una higuera,
A que me conceda
La reina de las hadas
El placer de tu presencia
Sutil y hermosa,
Mi más dulce quimera.
SILVER ©
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