domingo, 27 de marzo de 2022

A la Magdalena

 

Me llegará el último aliento

Por donde se escapa la vida,

Y quisiera que fuese

Con el calor de tus ojos,

La sonrisa de tu boca

Y la suave caricia de tus manos.

Partiré feliz,

Mi mirada en la tuya

Mientras se disipa

Tu amada figura

Entre el limbo y la nada,

Retiraré las brasas

De ese fuego que se apaga.

Hilo vital que se quema,

Cuerpo que se convierte

En seco árbol cuyas hojas

Fueron arrancadas por el viento,

Mi espíritu se alejará

Lleno de felicidad y paz

Hasta un próximo encuentro,

Quizás en otros mundos

O allá arriba en el cielo.

No habrán llantos ni lágrimas,

Haced una fiesta en mi honor,

Ríe mujer, ríe,

Que ya no hay dolor,

No quedan sufrimientos

En estos clavos que atraviesan 

Mis manos en el madero,

Una corona de espinas

Lacera mi frente,

No queda dolor

En este cuerpo muriente.

El día se quedará gris

Pero mañana lucirá el sol,

No llores mujer, no llores

Aunque muera inocente,

El cielo espera mi alma,

Llorale a la luna

Que cada amanecer muere.

Que cada gota de sangre

Que de mi pecho abierto caiga

Abone la estéril tierra

En en mi sudario crezcan

Las flores en las madrugadas.


A la Magdalena.


SILVER



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