Quiero morir en tu mirada
Cuando contemplas
El sol de la mañana
Envolviendo tu sonrisa
Mientras el reloj se para,
Instante perpetuo
Que tu boca retiene,
Se apaga la luz
El sonido se calla.
Mi prosa se duele en el atardecer
Cuando escribo a la luna,
En el silencio de los poetas
Que en cada estrofa
Como en un milagro te nombra
Y mi memoria te atrapa,
Asomándome a tus ojos
Reflejandome en ellos
Para saber si en tu retina
Se grabó mi cara.
Esta vez, la luna creciente
Vistiendose de su aura
Resplandeciente entre luciérnagas
Jugueteando con las hadas,
Tan real como una plegaria
De una vírgen
Por primera vez amada.
Se avivan mis sílabas
Cuando escribo tu nombre,
Me escudo entre tus lagrimas
Incitantes y turbadoras,
Tristeza mía por no tenerte,
Se enlutan mis letras
Todavía más si es posible
En tu melena.
Amanece cada día más temprano
En este marzo que espera
Una primavera inminente
Entregando mis versos
A la luna teniendo la certeza
Que los guardará
Mientras el sol espera
A la noche impaciente.
SILVER ©
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