lunes, 9 de marzo de 2020

Tiempo y luna


El tiempo y la luna son
Testigos silenciosos cuando
En el paso del día escribo,
Me repliego en mis letras
Sintiendo tan cerca el océano
Compartiendo sus aguas
En el grito desesperado del verso
Transformándose en las miradas
De dónde se inspiran mis poesías.
Enmudecen mis letras
Si por ti no son leídas
En los atardeceres rojos,
Se revolucionan entre las líneas
Huérfanas de tus ojos
Cuando no las miras,
Saliendo del letargo
De las páginas en blanco.
Me preguntan por tus ojos,
Se hacen importantes
Porque a ti van dirigidas
Entre las sombras de la noche
Y la luna luce arriba,
Entonces, solo entonces
Van cobrando vida,
Naciendo como el alba
En las orillas del océano.
Son como las semillas
En la siembra de la primavera,
Desnudas y frágiles
Esperando la buena lluvia
Cayendo gota a gota,
Palabras tras palabras,
Sueños expresados en el hoy
Después de regar tu alma,
En ese hueco que dejaste vacío
Para que yo letra a letra
En el atardecer lo llenara.
Quizás sea el canto de un loco
Que convierte el desierto
En un vergel multicolor,
Llegando al mismo mar
Iluminado por la luz
De tu inmenso corazón,
De la blanca luna.
Quizás sea un sueño,
¡No lo sé!
Y aunque con los ojos abiertos
Sueño con el brillo
Que emana de tu rostro,
Expresión que me hace revivir
En los suspiros que salen
De mi pecho.
Esa conciencia de mi ser,
Ese deseo que alimenta
Cada noche mi pluma,
No es casualidad que por ti
En las horas tardías
Asciendo a las alturas
Para contemplar tu semblante
Mi inspiración de cada día.

SILVER ©

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