¡Algún día!
Cerrarás los ojos y en tus adentros
Desnudarás mi alma en estos versos,
Estrellas parpadeantes, luna serena,
Una guitarra suena
Desgarrando el silencio.
Cierra los ojos, escucha mi plegaria,
Rodilla clavada en la arena
En el cielo nocturno,
Que gira a la madrugada.
Testigo mudo la brisa
De mis te quieros,
Para mirarte me quedaré
Por la querencia que tengo
De tus ojos, de tus besos.
¡Alba! La noche se desprende
De sus sombras,
Dando paso a la claridad absoluta,
Tejiendo de amor y rocío
La luz de tu cuerpo.
¡Algún día!
Algún día te escribiré
Un poema que no mencione
El aire ni la noche;
Un poema que omita
Los nombres de las flores,
Que no tenga jazmines o magnolias.
Te escribiré un poema sin pájaros,
Sin fuentes, un poema
Que eluda el mar
Y que no mire a las estrellas.
Te escribiré un poema que se limite
A pasar los dedos por tu piel
y que convierta en palabras tu mirada,
Sin comparaciones, sin metáforas;
Escribiré un poema que huela a ti,
Con el ritmo de tus pulsaciones,
Y la intensidad estrujada
De unos estrechos abrazos
Algún día te escribiré un poema,
El mismo canto de mi dicha.
SILVER ©
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