domingo, 15 de agosto de 2021

El oro delata tu nombre

 

Tu esencia delata tu nombre

En este nuevo atardecer

Cuando el sol se inclina

Hacia su ocaso en el horizonte,

Y el oro de sus rayos

Envolviendo tu cuerpo

Dibuja su contorno 

Sobre la caliente arena,

Y el viento mece tu cabellera

Creciendo la noche en la tierra.

Me recuesto contemplado

Y me inspira ese momento

Cuando surges del agua,

Esa pradera húmeda e infinita,

Llena de anhelos

Haciendo realidad los sueños

Sintiendo las caricias

De tu piel en la mia.

Divagando en ese mundo

Me condeno al silencio

Sufriendo el arrullo roto

Y con la voz quebrada

Cuando escribo esos otros poemas

Porque no confieso mis deseos

En voz alta salen de mi alma

Pero dentro se quedan presos.

El oro delata tu nombre

Ya en noche cerrada,

La luna mide mi razón

Y mi pluma se resiente

En esta postrera hora

Que fugitiva escapa hacia lo alto

Dónde tu luna, hoy brillas

En esos sueños guardados,

Donde siempre habitas

Y de nuevo te abres al mundo

Cómo evocación al más allá,

Una elegía que lanzo al viento.

El oro delata tu nombre

En unas simples sílabas,

Aunque la luna sea mi musa

Se acorta el tiempo que se disuelve

Cómo azúcar en el café,

En esa densa niebla que envuelve

La razón al mirarte,

No mienten mis ojos

Que titubeando te contemplan

A contraluz sin perderse un instante

En tu lento caminar,

Cómo tentación a mis sentidos

Y tu mirada me turba, me desarma

Incapaz de emitir sonido mi boca.

Llega la noche,

Ya no impone la luz

Apagada a la realidad,

Se funden los azules y negros,

Se encienden las estrellas,

Se apaga el sol y solo queda

El oro que delata tu nombre

Y la luna me impulsa a escribir

Cómo en cada atardecer

Para que brilles cada noche.


SILVER ©



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