miércoles, 11 de agosto de 2021

Tiemblan mis manos

 

Tiemblan mis manos

Cómo esa callada llama

Mecida por el soplo de vida

Que se escapa de mis labios,

Escalofríos que me retuercen

Erizando todo mi vello

Reteniendo tu cuerpo

Ese dulce perfume

Que horada mis sentidos

Abrasando mis venas,

Tiemblan mis manos

En espera impaciente de esa caricia

Ahogando mis ansias

De esos besos en la oscuridad

Alumbrados por el sutil

Resplandor de la creciente luna.

Condenados y encadenados

A cada latido, a cada suspiro

De ese corazón callado

Que retumba infatigable

En el hueco de mi pecho.

Tiemblan mis manos

Por el carmesí de tus labios

En el grana de tu sangre

Que altera el pulso

En la impaciencia de un delirante

Goce cuando se unen las almas,

Instante perpetuo

En la comunión de los cuerpos,

Supremo momento

Del delirio traspasando

La fina línea del tiempo.

Tiemblan mis manos

En esos gestos tímidos

Recordados en la noche

Después de un cálido día,

Perdidos en esa mirada

Bajo una nube blanca

De una canción silenciada

Por el inminente sueño

Cuando en la tarde acabada,

Profunda, llenando vacíos

En la noche escondida

Tras las ventanas cerradas,

Haciendo caminos plateados

En esa eterna llanura

En tu ausencia los rayos de la luna.

Tiemblan mis manos,

Mi corazón, todo mi cuerpo,

La caricia de mi respiración en tu cuello

Y al alba cuando estalla

El nuevo día entre vaporosas nubes

En el rosa que colorea el cielo

Y sin embargo siguen temblando 

Mis manos, los pétalos de las flores

Que se visten al despuntar el día

En el coro de una sinfonía

De miles de colores al sol

En la nueva mañana

Que aún en la lejanía del mar

Las olas como suspiros

Nacen una y otra vez

Para deleite de tu cuerpo

Ungidos por los dioses

Con la frescura del rocío

Desde el amanecer de los tiempos.


SILVER ©

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