Estoy en la calle
Viendo pasar el atardecer
Que poco a poco
Se convierte en cerrada noche,
Pienso en esos ojos
Que abrieron los mios
De par en par a la vida,
Camino por esas calles tranquilas
Y la luna perezosa
Transita conmigo sin prisas.
Contemplo a esa gente
Cómo pasean sin mirar
Cómo si la vida que pasa
No fuera con ellos
Cómo si tuvieran la eternidad
En sus tristes manos,
Cultivando sus cuerpos
Dejando cautivas sus almas.
Camino por esas callejuelas
Que antaño con mis cortas piernas
Recorrí detrás de una pelota,
Esas que ahora iluminadas
Por esas viejas farolas
Hacen crecer mi melancolía
Al caminar solitario
Con mi soledad, mi pasado
Que a mí vienen a cada esquina,
Yo sigo pensando en esos ojos
Que abrieron los míos a la vida.
Camino sin pausas,
Con un paso flemático
Mirando esos escaparates iluminados,
Una tierna y fresca brisa
Acaricia mi cara
Devolviendome de nuevo
El húmedo y sofocante calor
De esos largos paseos,
Y cerrando los ojos
Por tus calles volví a encontrar
A mi musa que me inspira a escribir
Mis versos cada noche.
Enamorado de tus calles,
De tus Iglesias, de tus monumentos,
De la plazuela, de Santiago,
De esa muralla que no volverá
Nunca a ser asaltada
Entre golpes de espadas
Y relucientes corazas,
Batiéndose los caballeros
En defensa de sus damas,
De ese olor a vino en tus calles
Después de la vendimia,
De la alegría de tu gente,
Completé mi corazón
Después de mil años
En los que perdido viví
Hasta que nos reencontramos.
Sigo caminando por tus calles
Pensando en esos ojos
Que dió vida a los míos
Cuando los vi por vez primera,
Ojos que se quedaron
Guardados en esa noche
Trémula y misteriosa,
Esa noche...ayyy esa noche!
Esa noche en la que volvi a la vida.
SILVER ©
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