La noche en su lejanía
Cuyos silencios crecen
A medidas que las transparencias
Opacas se vuelven
En una triste despedida
Se va alejando el día,
Me quedo leyendo
Todos mis recientes poemas,
Aquellos que escribí
Y otros que están
Aún en mi alma deseosos
A través de mis dedos
Nacer en un atardecer,
Siempre que siga mi pluma
Teníendo esa negra tinta
El deseo de ser ave
Que como la brisa vuela
Silenciosa en las alturas.
Dibujando en el firmamento
Tu dulce mirada
Sin que cicatrice mi corazón
Por las tristes ausencias,
No temas encontrar
Lo que desde dentro escapa,
Esa luz que todo lo ilumina
Que disipa las sombras del alma
Reconstruyendo esos trozos
Que se fueron quedando
Por ese camino largo y tortuoso,
Y aún en esa lejanía,
Que lo más hermoso
Es ese nuevo encuentro
Que me lleve toda la vida.
Y echo de menos esos besos
Que no nos dimos
Y que nos daremos,
Prolongándose con las palabras
Que se quedaron guardadas
Que no nos dijimos
Y que también nos diremos.
Extraño no saborear tus labios,
Tu pelo enmarañado
En mi solitaria almohada,
Te encuentras cerca
Y a la vez tan lejos,
Esa lejanía que impide
Un largo abrazo
Aunque no los sentimientos
Que están dentro,
Que nacieron con la intensidad
En esa oscuridad celestial
Que sol perfora para dar vida
Aún cuando anochece
A través de ti luna
Son tus rayos los que iluminan
Cada noche mi faz dormida.
SILVER©
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