Las luces del día
Se van apagando,
Se encienden las estrellas,
El sol en su ocaso
Y la luna asomando.
Mi pecho a tu espalda
Se arremolinan mis manos
Desde tu vientre
Hasta tus senos
En la frontera del sueño,
Tan voraz yo, tan inquieto,
Mi pecho adosado a tu espalda
Con el corazón sin freno,
Abrigame está noche
Olvidemonos del alba.
Durmiendo sentirás
El calor de mi abrazo,
Escondido estaré
Detrás de tu espalda
Cobijandote en el sueño
Y mis manos jugueteando
Con tu enmarañado pelo,
Mis manos a tu espalda,
Las deslizaré escuchando
Tú corazón latir
Y estaré perdido
Entre tus cálidos brazos,
A ti me llevarás
Nos atrapa la noche
Sin tiempo, sin distancias.
El amanecer espera
En horas misteriosas
Y a ti me acercaré,
Abrazándome a tu espalda
Depositaré...
En tu cuello un beso.
Avanza la noche,
Va clareando en el horizonte,
Se apagaron las llamas
De esas velas que encendimos
Cuando el atardecer caía,
El silencio habla
Amaneciendo un nuevo día.
De nuevo mi pluma
Me inspira con una sonrisa
Que se dibuja en mi boca
Que escribo sin escribir
Desde los albores de mi vida,
Que sin querer queriendo
Como en una automática
Escritura que empuja
Mi temblorosa mano
Y humedece mi pluma,
Con mil sensaciones en el alma,
Con el sabor de tu nombre
En cada mañana
Al despertar el alba.
SILVER ©
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