Ese día quizás no muy lejano,
Cuando yo me vaya
Quizás nada quede,
Ni tan siquiera mi sombra,
Quizás algunas de mis letras
Esas que escribo cada tarde
Ya en el otoño de mi vida
Moderando mis años.
Describo esos sentimientos
Que no me atrevo a confesar
Añadiendo un poco de luz,
Descubriendo mis sueños
Para que no caigan en el olvido
Ni en la lenta agonía
Cuando caiga la noche.
En esas letras que escribo,
Esos mensajes que de dentro emergen
Sentimientos que comparto
Con la pureza de una rosa
Cuyo perfume llena mi vida,
Se refleja en mi prosa
Y en la tinta de mi pluma.
Es su presencia,
Cada gesto de su cara
Me encanta como un Hamelin
Con su inmortal flauta
Y me motiva para escribir
Cuando asoma la luna.
Me sumerjo esperando al alba
Cuando se van sucediendo
Las horas nocturnas,
La luna creciente me avisa
En el silencio de su ausencia
Y yo mirándola de reojo
En mi pecho noto su presencia,
Y los gritos arañando las palabras,
Expresando mi propia historia
La que quedará en el olvido
Cuando yo me vaya.
SILVER ©
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