martes, 21 de enero de 2020

Surge el verso


Deteniendo el tiempo
En el momento de la inspiración
Se pierden en los silencios
Guardando la soledad dentro,
Aunque sin verla
Sea un sin vivir en su interior,
Silencio que brota
En el remanso de un caudaloso rio,
Claros después de la abundante lluvia
Primavera después del invierno frío,
Esperando un nuevo encuentro
Cómo hojas esperando su rocío.
Breves encuentros,
Y sin ellos estéril es la tierra,
Astros moribundos
En ese inmenso firmamento,
Flores marchitas
Que en su sombra se esconden,
Donde renacen en la profunda noche.
Busco la insondable senda
En el interior de tu alma
Una búsqueda sin fin
En todos los recovecos
De tu inmenso jardín,
Te buscaré donde vayas,
Ante tu corazón escondido
Entre tus muros.
Un poema sin palabras recitado
En la belleza de tus ojos
Como estrellas del cielo
Que lucen en la oscuridad,
Iris que todo lo atrae,
El firmamento te rinde culto
Más allá del universo.
Margarita desohajada,
Luna insomne en las alturas,
Cuan sola te encuentras
En esa noche clara,
En un silencio misericorde,
En clave de sol es tu música,
Partitura en el acorde
Asomando a tu nombre,
Tomando posesión de mi sueño
Despiertas la madrugada
Cómo reina conquistando su reino,
Quien te escribe te piensa,
Con mirarte surge el verso.

SILVER ©

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