En los gemidos del viento
Suena tu nombre,
Que recorre los senderos
De mi memoria,
Surcando valles
Atravesando montes,
Sintiendo el dolor
De todas las ausencias
Viento que recorre,
Prados y lagos,
Los misterios que esconden
Mi corazón y mi alma,
En todos sus rincones.
Justo es decir, ¡Créeme!
Que la eterna primavera
Para ti guardan
Los caminos del alba,
Se extinguirá el viento,
Se abrirán los cielos
Y llegará la dulce calma
Que se alza en la oscuridad
Mientras la noche estalla
En miles de estrellas
Elevándose en victoria
Abrazando el mar.
La rosa tú pecho
Entre tú senos,
Prisionera de mis sueños,
Me reconcilio con el viento
Que acaricia mi cara,
Cierro los ojos,
Me abro a la vida
En este atardecer
Que a escondidas me habla,
No esconderé mis sentimientos
Para que aniden en mi alma
Tu nombre, en mis entrañas,
En el murmullo de la brisa
Cuando atardece,
En ese río de luz
Cuando la luna
Se refleja en el mar,
Cómo una cascada de plata
Que se adentra sigilosa
En la inmensa profundidad.
SILVER ©
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